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maria.miranda@eluniversal.com.mx
A leer o releer El Quijote, dudar sobre quién escribió esta obra, que está entre las más publicadas, después de la Biblia, así como motivar al público a dejar la apatía y miedos en que la gente ha caído hace tiempo, invita de manera sutil Quijote, vencedor de sí mismo.
Escenificada por la compañía Teatro de Ciertos Habitantes —con trayectoria de 20 años en los escenarios—, esta obra se presenta en el Foro Shakespeare; la noche de este lunes acudió como padrino de temporada el actor Odín Dupeyrón.
Al final de Quijote, vencedor de sí mismo, Dupeyrón externó que la puesta en escena lo conmovió por cómo plantean las distintas situaciones.
Destacó que el hecho de desafiar al mundo con esta obra, así como plantear requerir una alta autoestima y quererse a uno mismo, el maestro escribe que puedes cambiar al mundo “y para mí es un honor presenciar este esfuerzo que hacen tanto escritores, directores, actores, así como el esfuerzo que hacen de cambiar a alguien en una sola persona como a la gente del público”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Dupeyron apuntó:
“Me parece que lo que dice el Quijote es bueno y como lo pongan me encanta. Además en esta celebración del 400 aniversario luctuoso de Miguel de Cervantes, están bien los homenajes. Yo admiro mucho las letras y las historias alusivas que cuentan son buenas”.
Odín dijo que estaba agradecido de que lo hayan invitado a apadrinar dicha temporada que estará en este foro todos los fines de semana a partir de éste y hasta el 12 de diciembre.
Esta obra dirigida por Claudio Valdés Kuri es un monólogo sobre la figura del Quijote interpretada por el actor Fernando Huerta Zamacona, quien con el libro de Cervantes en mano pide al público leer algunos pasajes, de los cuales los hace partícipes y así con humor en algunos de los párrafos y otros con cierto drama los lleva a actuar con él al escenario.
Entre la locura y lucidez de este personaje hay momentos que llega a envolver al público, que a veces cree que va a aparecer algún actor a ayudarlo, pero no sucede, eso ya que es el respetable el que debe descubrir esta forma de interactuar en Quijote, vencedor de sí mismo, además de llevarse una reflexión a casa.
Sobre esa reflexión es la actriz Xóchitl Galindre, quien simulando ser parte del público ayuda a Quijote a plantear cuáles son esos anhelos escondidos que desea vislumbrar la gente, a la cual piden ya no ser apática y ser más participativa en los acontecimientos que en la actualidad afectan su entorno, desde el social hasta el político.
El elenco de esta pieza teatral sólo son dos personas: Fernando Huerta y Xóchitl Galindre; con guión de Mónica Hoth y Claudio Valdés Kuri, producido por Sergio Écatl, iluminación de Sebastián Solórzano y vestuario es de Ximena Fernández.