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El productor Omar Suárez ve como una ganancia toda la polémica que se ha sucitado en torno al musical Amor eterno, debido a que la familia de Juan Gabriel se encarga, sin querer, de darle la mejor publicidad; así lo ve él.
“El licenciado Guillermo Pous (albacea de la herencia de Juan Gabriel) es bueno dando entrevistas; así como yo, hizo una labor mediática maravillosa, muchas gracias”, dijo Suárez, y reveló que la taquilla para este fin de semana se encuentra vendida al 80%.
Por su parte, la cantante Dulce fue enfática al dar su opinión sobre la negativa de la familia de Juan Gabriel, respecto a dejar que las canciones de El Divo de Juárez formen parte del musical Amot eterno.
“Si realmente lo quieren matar, están haciendo lo correcto, que nadie cante a Juan Gabriel es una manera de matarlo, pero si algo ganó en este mundo es la inmortalidad”.
Para ella es absurdo que su heredero Iván Gabriel, trate de impedir que la obra de su padre sea cantada por alguien más.
“Cómo mexicana y cantante le digo, háganlo como quieran, yo voy a seguir cantando a Juan Gabriel, le guste o no, aquí y en cualquier escenario, ahora porque quiero”, expresó la intérprete.
Tanto Mauricio Martínez como Ernesto D’Alessio, figuras de la obra, coincidieron en que no hubieran aceptado estar en este proyecto, si el productor Omar Suárez no fuera alguien serio y profesional, que incluso les mostró los papeles de los trámites que se tienen que hacer para que una obra pueda estrenarse, y que ya mostró a la prensa, sin tener la obligación de hacerlo porque, como actores, lo único que les incumbe es estar a tiempo en los ensayos, aprenderse el libreto y cumplir. “Mi mamá (Lupita D’Alessio) canta canciones de Juan Gabriel en sus
shows ¿por qué no le va a cerrar a ella? Alejandro Fernández canta un popurrí de él en sus conciertos. ¿Le va a ir a cerrar? Van a tener un problema con el mundo”, expresó Ernesto.
El productor declaró que no hay posibilidad de que el día del estreno, el domingo 20 de noviembre, puedan cerrarles el teatro o la taquilla porque todo se ha hecho apegado a la ley; el público que tiene sus boletos está protegido para que no haya cancelaciones.
También explicó que ya se cansó de tratar de tener contacto tanto con Iván como con el albacea Guillermo Pous, quienes no le contestan los correos, por eso decidió no desgastarse más.
“El maestro falleció y la única manera de sentirlo vivo es escuchando su música”, finalizó Omar Suárez.
