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Un duelo de actuación es el que mantuvieron Itatí Cantoral y Jesús Ochoa en la primer función de la puesta en escena I.D.I.O.T.A., que inició temporada el pasado martes en el Teatro Fernando Soler, del Centro Teatral Manolo Fábregas.
“Jesús Ochoa ha sido para mí un maestro, como lo fue en su momento el señor Damián Alcázar, Jesús es un actor espléndido, es un compañero increíble, agradezco profundamente estar compartiendo escena con él”, dijo Itatí sobre el trabajo que hizo con su coprotagonista en el escenario.
Jesús Ochoa fue un poco más efusivo al responder la misma pregunta: “¡A toda ma…! Maravillosa como la vieron ustedes, fue un tête-à-tête. Es un gozo más que un reto, son papeles maravillosos, creo que Itatí está en un rol que nunca había hecho, en un papel grueso, de esos que sostienen y por el otro lado a mí me tocó una perita en dulce, entonces creo que es una buena combinación”.
Esta es la primera vez que los actores coinciden en el escenario, y lo hacen con una historia de Jordi Casanovas, en la cual una psicóloga y un hombre común y corriente se encuentran cara a cara durante una entrevista para un estudio científico, que para él, resulta una manera sencilla de obtener dinero, pero que al final se convierte en una trampa que lo lleva al límite.
“Creo que es una obra contemporánea que le puede gustar mucho a la gente joven, es una obra que no es nada compleja, que es fácil de entender, una comedia de humor negro que termina siendo un thriller, puede ser un texto muy llamativo para invitar a los jóvenes a que se acerquen al teatro”, puntualizó Itatí minutos después de haber recibido el aplauso del público.
En el montaje se puede observar violencia, dolor y terror psicológico enmarcados en una vanguardista escenografía de Jorge Ballina, ahí, los dilemas planteados al personaje de Ochoa dan de qué pensar al público.
“¿A quién no le toca un poco la obra? En menor o mayor grado estamos ahí, nunca sabemos cuál es el límite, hasta dónde podemos ceder, qué precio tienes, eso es tremendo, nunca sabemos”, comentó el actor.
Entre los invitados especiales a esa noche de estreno, se pudo ver a los hijos de Itatí, Eduardo y Roberto, quienes iban acompañados de su abuela Itatí Zucchi y su tío José Cantoral. “Estaba pensando en el camerino: voy a ver a mi mamá, voy a ver a mis hijos, a mi hermano y a mi cuñada, y de pronto dije: ‘qué padre, las reuniones son en el teatro, qué bonito’”, expresó Itatí.