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Durante muchos años Mónica Huarte era sinónimo de risas y comedia, algo que, aseguró, cambió cuando decidió montar en 2015 la puesta en escena Constelaciones.

“Par mí fue un paso muy importante, era la primera vez que producía y lo hice porque llevaba años queriendo hacer cosas más dramáticas, cosas que me llenaran como actriz y lamentablemente eso no sucedía, los productores querían que hiciera comedia y cosas más ligeras”, dijo Mónica en entrevista con EL UNIVERSAL.

Con todo eso en mente Huarte decidió seguir adelante e invertir parte de sus ahorros para levantar la obra.

A siete meses de aquella gran prueba para Mónica y ante el éxito que obtuvo, la obra regresa una vez más a la teatrería con ella y el actor argentino Nacho Tahhan al frente.

“Cuando leí la obra dije ‘tengo que hacer esto’, porque habla de universos paralelos; es una joya, de estas cosas donde una palabra pude cambiar tu vida como una respiración o un abrazo que diste a tiempo. Son decisiones y la obra lo que hace es juntar a una pareja en una historia de amor y todas las posibilidades que puede haber en esa historia, entonces de cada momento, ves como seis posibilidades distintas”, explicó la actriz en entrevista con Fórmula Espectacular.

La obra aborda la vida de una pareja, desde sus origen hasta su muerte. La particularidad del texto de Payne —explicó Huarte— radica en la idea de universos paralelos, basada en la teoría de cuerdas. En ella se habla de las posibilidades, sobre lo que pudo y no pudo suceder.

Para Huarte, la manera en la que está construida el montaje que inicia nueva temporada el próximo 22 de julio, además de trastocar al público, también lo hace con sus actores.

“Es una obra para la que se necesita rigor actoral. Llegó en un gran momento, creo que si el texto lo hubiese tenido hace unos años no lo habría podido hacer, se necesita experiencia y eso sólo te lo da el tiempo y el estudio”, añadió.

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