erika.monroy@eluniversal.com.mx
Regina Blandón reconoce que hasta su mamá se sorprende porque constantemente obtiene personajes “asesinos”.
“¿Qué te ven, Regina?”, son las palabras de la madre de la actriz que recuerda y ella sólo alcanza a reírse.
Hace unos meses, Blandón participó en la puesta en escena Bright ideas, en donde incluso la actriz aparecía con las manos ensangrentadas. Para su papel en Parásitos, Blandón dará vida a una mujer con tintes igualmente siniestros. En realidad, ella y su marido, interpretado por Alberto Guerra, hará cosas “poco civilizadas” para obtener lo que tanto desean: el hogar perfecto para su futuro hijo.
Blandón cada día se aleja más de su personaje en la familia Peluche del universo de Eugenio Derbez y se acerca a historias más complejas, las cuales no tienen el ánimo de aleccionar a nadie. Por ejemplo, en su participación en la obra de los Bonobos, también estaba a cargo de un personaje entrañable.
Fue ahí donde tuvo la oportunidad de conocer a Alberto Guerra. “Conocernos desde antes nos ha llevado a tener un buen matrimonio”, dice Blandón durante la presentación de Parásitos que se estrenará el miércoles 12 de junio en el Centro Cultural Helénico.
Parásitos está dirigida por Miguel Santa Rita y es una comedia que habla de dos personajes ordinarios que se encuentran en una situación extraordinaria. “Nos muestran hasta dónde podemos llegar los seres humanos para obtener lo que queremos”, dice el director de la obra.
Ante la pregunta de qué han hecho para poder conseguir el papel que quieren, los actores explicaron que el proceso de obtener un personaje está fuera de sus manos, ya que la decisión está en otra persona.
Sin embargo, comentaron que ellos se preparan lo mejor posible para poder quedarse con el papel. “Además creo que los actores hacemos cosas que muchas personas deciden evitar. Nos enojamos, lloramos y llegamos a puntos que en la vida real decidimos no vivir, creo que eso muestra qué tanto queremos un papel o no”, agregó Blandón.
Al elenco se une Mónica Dione, quien da vida a Miss D, la mujer que lleva a los personajes al inicio de lo que se volverá una trágica comedia. “No queremos aleccionar a nadie, esta obra más bien pone a dos personas en una situación que todos vivimos cada día, saber hasta dónde podemos llegar por lo que queremos y las justificaciones que de pronto tenemos para tomar acciones”, explicó el director.
