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Con sorpresa y una amplia sonrisa Daniela Luján preguntó: “¿En serio? ¡santo cielo! Ya me puse nerviosa”, la causa de su excitación fue el saber que compartiría el escenario de la obra infantil Lluvia de alegrías con el actor Héctor Bonilla, uno de los primeros invitados durante esta segunda temporada, que se lleva a cabo en el Foro Cultural Chapultepec, donde estará hasta el 7 de julio.
“Me da nervio, es como tener un maestro ahí; por el simple hecho de verlo trabajar voy aprenderle mucho, me emociona”, dijo la intérprete de Maya, la protagonista de esta obra.
Daniela explicó que esta rotación de actores, que iniciará con Bonilla el 13 y 14 de mayo, le imprime algo diferente a la puesta en escena porque le dan una réplica distinta, además de que ella sí cree en eso de que el compañero te hace, porque de la manera en que le van dando emociones y estímulos ella responde de cierta manera.
Eso de estar alternando con distintos actores se le da muy bien a Daniela, tan sólo en este momento se encuentra en otro proyecto teatral, Carrie el musical, pero para ella era muy importante regresar al teatro infantil, el cual no ha dejado de hacer desde que era niña.
“Encuentro mucha diversión, es cuestión de cambiar un poco mi chip, de tener más herramientas como actriz para ser más versátil, es un reto para mí tener en qué focalizarme y tratar de que sean diferentes”.
Esta es la segunda temporada de Lluvia de alegrías, su estreno fue hace un año, pero esta historia escrita por Camila Villegas y Alberto Lomnitz, le regaló a Luján un personaje muy entrañable.
“A mí me encanta Maya, es una niña de cinco años que vive con su mamá, la historia trata de que ésta se va a trabajar, algo que es común en estos días, que los niños se queden solos o en guarderías porque los papás se van a trabajar; muestra todas estas emociones cuando eres niño y no entiendes que se va pero regresa, que aunque se va te sigue amando. También es para que los papás entiendan cómo comunicarles este asunto”.
Títeres de sombras, música y muchos personajes, son algunos elementos que ofrece este montaje, porque todos en esta producción saben que con los niños no basta sólo una buena historia.
Daniela sabe que en algún momento ella tendrá que explicarles a sus futuros hijos algunos de los temas que se abordan en Lluvia de alegrías, porque será una mamá trabajadora, aunque espera incluirlos en el ambiente en que se desenvuelve, por ejemplo, llevarlos al teatro tras bambalinas y que así comprendan lo que hace.