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“No hay derecho de que las hormonas te abandonen, eso es muy injusto”, dice la cantante y actriz Ana Cirré.
Resulta que las hormonas suelen ser las culpables de algunos cambios de humor, bochornos y hasta, en el extremo opuesto, son causantes de la felicidad en las mujeres, explica Cirré al hablar de la menopausia.
Con una mala imagen por el mundo, esta etapa de la vida ha sido tachada de ser el tormento de las mujeres maduras y, por ende, del látigo castigador de los que a ellas rodean.
Para demostrar que eso de la menopausia no es algo tan dramático llegan Ana Cirré, Natalia Sosa, Lila Deneken y Macaria, que contarán historias divertidas sobre el tránsito natural.
“A los hombres también les pasa y de ellos casi no se habla, se habla de cómo los demás ven lo que nos sucede, pero las mujeres no deben sentirse mal, es algo natural”, agrega la rubia.
El cuarteto protagoniza la obra Menopausia, que produce Gerardo Quiroz y que se estrenará en febrero. Las cuatro contarán sus historias y todo por culpa de un brasier.
“Esta es la primera vez que me toca interpretar a una mujer madura, una diva de la televisión venida a menos y con sus inicios en la menopausia”, cuenta Natalia Sosa, quien es, de todo el elenco, la que más experiencia tiene en el teatro musical.
La obra se montó originalmente en Broadway, lleva ya varias décadas en cartelera, actualmente se presenta en varias ciudades de Estados Unidos y se ha convertido también en una especie de vocera para contrarrestar la estigmatización que sufren algunas mujeres a causa de esta etapa.
En opinión de las actrices que la montan en México, la menopausia aún se toma con recato.
“Es algo tan natural para las mujeres y a veces tan complicado, no sólo por lo que vives, sino por las personas a tu alrededor. Además, esta obra es una buena oportunidad para venir a divertirse y tomar con humor esta etapa”, agrega Lila Deneken.
La obra musical muestra una serie de éxitos noventeros y ochenteros, que pondrán a cantar al público, mientras toman con humor los dramas de las “menopáusicas”.
“No es sólo una obra para las mujeres, la familia entera puede venir y crear conciencia respecto a esto”, agrega Deneken.
