Una función del psicodélico y melancólico musical de David Bowie "Lazarus" se convirtió en un homenaje al Duque Blanco el martes por la noche, cuando los fans que compraron boletos para celebrar su música se encontraron en vez llorando su deceso.

"Fue increíble. Lloré mucho", dijo Evan Schwartz, un estudiante de 20 años de Stamford, Connecticut, que vio el espectáculo por segunda ocasión tras ganar un boleto en una lotería en línea. "Fue hermoso".

La presentación del martes por la noche fue la primera en el New York Theatre Workshop de 200 butacas, ubicado en el East Village de Manhattan, desde la muerte de Bowie el lunes. Algunos miembros de la audiencia salieron con lágrimas en los ojos.

Los miembros del elenco no hicieron referencia al fallecimiento ni cambios al musical. También declinaron hacer comentarios. La única referencia oficial se hizo en una pantalla de video en el vestíbulo, que mostraba una foto del músico con las palabras "In Memoriam, 1947-2016". Admiradores colocaron flores cerca de la entrada.

Protagonizado por el actor de "Dexter" y "Six Feet Under" Michael C. Hall, el musical ha sido un éxito desde que comenzaron sus funciones de preestreno el 18 de noviembre. La muerte de Bowie solo impulsó la demanda de entradas: un boleto para matiné se ofrecía el martes en la tarde en 1.900 dólares en StubHub.

Bowie escribió el musical con la dramaturga irlandesa Enda Walsh como una secuela de la novela de 1963 "El hombre que cayó a la tierra" de Walter Tevis, que inspiró la película homónima de 1976 protagonizada por el cantante. El musical es dirigido por el innovador director belga Ivo Van Hove. Los productores están considerando sus opciones para el show a futuro.

Bowie fue claramente lo que atrajo a Roberta Bethencourt, una residente de Nueva Jersey que ha sido seguidora del artista desde los 12 años.

"Solía ir a la biblioteca y mientras los otros niños alquilaban libros, yo alquilaba 'Space Oddity' y lo llevaba a casa y lo oía una y otra vez", relató. "No tenía idea del impacto que tuvo en tanta gente. A mí me encantaba porque era tan diferente y único".

Las 18 canciones en el musical incluyen algunos de los más grandes éxitos de Bowie, desde "Changes" y "Heroes" hasta "Absolute Beginners" y "Life on Mars", así como canciones nuevas como "Lazarus", de su último álbum "Blackstar". Unos pocos LP de Bowie se exhiben en el escenario durante la puesta.

La turbia historia se centra en el alienígeno millonario Thomas Jerome Newton, a quien Bowie dio vida en el filme. Newton, ahora encarnado por Hall, se ha encerrado en su propio apartamento, donde se dedica a beber ginebra, comer Twinkies, atormentarse con su pasado y ver televisión. No puede salir, ni morir.

Su nueva asistente es succionada profundamente en su mundo, una chica etérea lo visita y crea un cohete espacial con cinta protectora para llevarlo a casa, y lo acosa una enigmática figura ataviada de negro. En un momento, el escenario se llena con un líquido blanco que parece leche en el que algunos actores surfean con sus cuerpos. En otro, se llena de globos oscuros.

La historia tiene los temas recurrentes de criaturas atrapadas entre mundos y el agotamiento que produce la supervivencia diaria. "Estoy cansado de esta vida", llora un personaje, una línea que adquiere mayor significado tras la muerte de Bowie.

El elenco de 11 miembros también incluye a la actriz nominada al Tony Cristin Milioti y al veterano de Broadway Michael Esper. Alan Cumming aparece en un video.

El New York Theatre Workshop, una máquina de obras imaginativas, no ha sido inmine a la tragedia. Hace casi 20 años, el dramaturgo Jonathan Larson murió en la víspera de la primera presentación de su revolucionario musical "Rent".

rad

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