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Las lentejuelas, los tacones altos, las coreografías espectaculares y los escenarios de ensueño sólo fueron el complemento para las actuaciones que Roberto Blandón y Mario Iván Martínez ofrecieron este lunes en el estreno de La jaula de las locas, trabajo por el cual recibieron un prolongado aplauso con el público de pie y con su productor, Juan Torres, emocionado por haber logrado llevar a buen puerto este desafío.
“Lo que hoy pasó fue un milagro, el haber estrenado, y como dice en el programa de mano, sólo hay una palabra que es ‘gracias’, a la compañía y a la gente que viene al teatro, este barco me lo aventé solo y apenas esta semana tomé consciencia de ello”, explicó Torres, quien en esta ocasión realizó este montaje sin la compañía de su socio, Guillermo Wiechers.
El esfuerzo y las complicaciones que debió pasar, como las largas jornadas de ensayos por el poco tiempo que tuvieron en el teatro antes del estreno o la tardanza de una parte del vestuario, pasaron a segundo término cuando faltando unos minutos para las 21:00 horas, se levantó el telón y la opening le dio una idea al público de lo que disfrutaría en las siguientes horas.
“Hice muchas locuras, hablé con un diseñador que admiro mucho de Nueva York para lo que era mi sorpresa y quería que todos vieran que es el vestuario, porque es una joya.
“Si pudiera escribir un libro de cómo hacer una producción, sin duda haría el de La jaula de las locas, porque fue levantar el telón con todas las ganas y el apoyo de la gente y todos los obstáculos que fuimos librando día a día en muchos sentidos”, expuso Torres.
Uno de los momento más esperados fue al aparición de Mario Iván Martínez como la gran Zazá, quien es la estrella del montaje, de la cual hizo una interpretación muy fina y elegante con la que logró hacer reír al público con sus ocurrencias, la cuales eran respaldadas por Silviah su mucama, interpretada por el actor Rogelio Suárez.
Por poco más de dos horas los números musicales pasaron para contar la historia de esta familia ya no tan atípica en la actualidad, compuesta por Zazá, George su pareja y el hijo de éste, Michelle, quien está a punto de contraer nupcias con una chica de familia tradicional y que aún tiene muchos prejuicios sobre la homosexualidad.
“Es un momento donde este musical hace un llamado a la tolerancia, porque estamos hablando de una pareja gay. Han pasado 22 años de aquella primera vez (que se montó en México) y parece que apenas se escribió, creo que no hay un momento más específico de lo que vivimos hoy que esto”, declaró
Torres aseguró que incluso familias completas podrían disfrutar de este musical sin ningún problema, porque ya desde la escuela se habla de nuevas familias con padres del mismo sexo.
El también productor de La madriguera y El chofer y la Sra. Daisy señaló que a pesar de que no hicieron un gran despliegue publicitario antes del estreno, la respuesta de la gente en los previos fue muy bueno.
Espera que la taquilla siga constante aún en temporada de vacaciones decembrina, porque la oferta de musicales es muy buena en este momento, porque no es sólo La jaula de las locas, sino también El Rey León y Anita la huerfanita, todos montajes de distintos presupuestos pero de la misma calidad en el escenario.
“Siempre he dicho que en México no hace falta teatros sino público”, consideró el entrevistado.
Entre los proyectos de Juan Torres con La Jaula de las Locas, además de llevarla de gira por diversos puntos de la República, es rendirle una homenaje a Silvia Pinal en alguna función de esta temporada en el Teatro Hidalgo, en el centro del DF.