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Blanca Estela Cervantes, propietaria del Teatro Blanquita, será quien decida si cambia la actividad del inmueble que durante 55 años ha operado como un centro de entretenimiento familiar, aclaró Darío de León, director de Generamúsica y Showtime, y quien hasta el 31 de octubre estuvo a cargo.
El empresario explicó que ha estado vinculado al Teatro Blanquita los últimos 25 años (24 de ellos en sociedad con Ocesa) haciéndose cargo de la programación. Sin embargo, desde hace 12 meses Ocesa se separó y él tuvo que asumir la operación del teatro.
“Firmamos un contrato con la propietaria el año pasado para operarlo durante un año; el contrato terminó el 31 de octubre, y nosotros, como una decisión de negocios, decidimos no continuar. Eso es todo”, apuntó en entrevista telefónica para EL UNIVERSAL.
Indicó que el sábado 31 de octubre “se hizo la entrega a la propietaria, pero eso no quiere decir que el teatro vaya a desaparecer, aparecieron voces fatalistas. Es una decisión que la propietaria del teatro, Blanca Estela Cervantes, tomará en su momento”.
Agregó que no hay ninguna decisión tomada, pues ella le comentó que “se va tomar un tiempo” antes de definir lo que ocurrirá con el inmueble.
“Es una lástima que no nos hubiera funcionado a nosotros, que no haya sido negocio”, dijo, aunque se negó a cuantificar las pérdidas.
“Es un número que no tiene caso mencionar, que no tiene caso llevar a los medios, pero es un número importante. Por eso decidimos salirnos, pero seguro aparecerá otro operador”.
Darío de León dijo que hace 25 años, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, el Teatro Blanquita pasó por una crisis similar. La actriz Carmen Salinas hizo en ese entonces un llamado al presidente y a Manuel Camacho Solís , jefe del Departamento del Distrito Federal, para que el “Bellas Artes de los Pobres” (como ella lo había nombrado), no fuera derrumbado.
El empresario comentó que la historia se repite luego de que la diputada federal del PRI hiciera un llamado al presidente Enrique Peña Nieto, y al jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, para que este espacio no desaparezca.
Concluyó que tras el finiquito del contrato, se siente “un poco triste”, pero reconoció que se trata de “decisiones de negocios”.
