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aridiana.banos@eluniversal.com.mx
La experiencia de ir al teatro cambiará por completo con La Dalia negra, el público vivirá un thriller intenso y oscuro y también se sentirá inmerso en el ambiente de una película del cine de los 40 o film noir, gracias a la fusión de tecnología multimedia, animación y lenguaje teatral que el director artístico Sergio Villegas hizo para este proyecto de los Ortiz de Pinedo.
“Creo que este espectáculo que estamos haciendo es para gente joven, que a lo mejor va al teatro y le cuesta trabajo enganchar su atención en el actor y la escenografía convencional, o que le gusta el cine pero puede venir a ver esta mezcla y a lo mejor esa es su entrada al teatro”, señaló Villegas.
Sobre el escenario del Foro Cultural Chapultepec ya se levantan dos pantallas de ocho por cinco metros, una colocada detrás de la otra y separadas por un espacio aproximado de 10 metros cuadrados, donde los actores deberán desarrollar su labor interpretativa, mientras se proyectan en ellas dibujos de un cómic que darán los escenarios para cada momento de la historia.
“Son pantallas que se usan en el mundo del cine, pero les dimos un tratamiento especial para que pudieran responder a las proyecciones y a la vez dieran transparencia. Hay cinco proyectores disrtibuidos adelante y atrás de las pantallas que trabajan al mismo tiempo, porque las imágenes se empalman para producir el efecto de la tercera dimensión”.
Los actores deberán seguir una coreografía bien trazada en el pasillo que se forma entre las pantallas, para que sus movimientos no interfieran con las imágenes ni con la iluminación que está trabajada totalmente de manera lateral, no habrá seguidores o luces frontales porque no se podrían ver las imágenes que simulan una tira comica.
“Son 40 luces colocadas lateralmente, nada fuera de lo normal en cualquier obra, pero todas están colocadas en un espacio pequeño, así que los actores usan bloqueador solar durante la función por la cantidad de luz que reciben y no quemarse la piel, y gotas para los ojos”, explicó el escenógrafo.
Además trabajarán al máximo el sistema de sonido del teatro hasta lograr un sonido envolvente como en el cine, gracias a las computadoras que lo controlan. “Por ejemplo si el coche aparece por la derecha y viaja a la izquierda, por ahí desaparece el sonido, todo eso el teatro tiene la capacidad de hacerlo pero pocas veces se había usado, porque no todos tienen los recursos informáticos para distribuir el sonido así”.
Sergio Villegas tuvo un largo proceso creativo para lograr esta escenografía, desde viajar a Los Ángeles para conocer los lugares y ambiente que frecuentaba Elizabeth Short (La Dalia negra) y conseguir cómics de la época, hasta sentarse a dibujar cada secuencia de la obra, que asegura son más de 100 páginas de storyboard, que después fueron digitalizadas y animadas por Luis Lance, el director audiovisual.
