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Cantantes y actrices no fueron ajenos al drama que desencadenó el sismo de 1985 en la ciudad de México. A 30 años de la tragedia, algunos de ellos recuerdan aquellas horas en las que, desde el anonimato, se convirtieron en rescatistas.
La actriz Pilar Pellicer recuerda que estrenó por esos días un espectáculo llamado Hablemos de amor, en el que daban pláticas lúdicas a las personas. Dice que ahí aprendió la importancia de su arte para hacer menos pesada la tragedia por la que estaban atravesando. “Recuerdo que vivía en Polanco en un décimo piso y dije: ‘esto se va a caer’. Llegué a Televisa y Jacobo (Zabludovsky) estaba con mucha tensión.
“De regreso vi muchos edificios caídos, como en la guerra, y tras una semana nos organizamos para ir a diferentes sitios como a la central médica de la colonia Roma y estaban desolados. Una amiga mía que tenía un salón de belleza en Tlatelolco se quedó encerrada por 48 horas bajo el edificio Chihuahua, la encontraron por su perrita”, rememora.
La cantante Rosenda Bernal vivía en Satélite, estado de México y estaba en los preparativos para ir a un concierto en Michoacán. “Cuando tomamos carretera oíamos en la radio lo que había pasado y no lo creía, al llegar allá había bardas caídas y se canceló la presentación. De regreso nos cayó el 20 y aunque fuera un ratito íbamos a cantarles, llevarles diversión y víveres”.
Entre sus pensamientos había uno que se repetía constantemente: saber que ellos estaban vivos hoy, pero mañana quién sabe lo que puede pasar, mientras veía que la Taberna del Greco donde se había presentado con anterioridad, ubicada en el Hotel Regis, ya no existía.
El hecho de que el cielo tenía un color rojo intenso sorprendió a la cantante Margie Bermejo un día antes del sismo, pues pensaba que significaría algo. Al levantarse temprano para la grabación de un programa, todo el movimiento le tocó en la ducha de su casa.
“Lo que más pánico me dio fue que mi hija estaba en la escuela de danza y no podía localizarla; finalmente la encontré y ayudamos a algunos jovencitos a llevarlos a su casa. Por aquí (la colonia Condesa) no se notaba pero en la Roma había mucho humo o estaba derrumbado”, indicó quien fue a cantar a albergues saturados con personas totalmente desconcertadas.