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Los musicales en teatro son, muchas veces, exagerados; por eso, una versión que busca ser innovadora, donde la mayor premisa es tener interpretaciones en vivo que den un mensaje, llega a México: La llamada.
El reparto, que incluye a Natasha Dupeyrón, Tessa Ia, Laura Zapata, Alexis de Anda y Federico di Lorenzo, más La Banda de Dios tocando en vivo, quieren retratar la igualdad, descartando que el tema sea religioso, por lo que sólo es el contexto para llegar a la libertad.
Con cerca de 200 euros de ahorros, y el sueldo de un camarero, los directores Javier Ambrossi y Javier Calvo pudieron realizar la obra en un hall de teatro en España; tiempo después se convirtió en un éxito probado que hoy llega al país, como después lo hará en Argentina y probablemente hasta a las pantallas cinematográficas.
Fue precisamente el hijo de Laura Zapata, Claudio Sodi, el encargado de comprar los derechos de la obra incluso sin haberla visto, por lo que trabajar junto su madre lo tiene emocionado. “Me encantó el pretexto y que mi hijo pensara en mí, me da la oportunidad de hacer algo alejado de las villanas con el deseo de estar cantado, jugando y bailando que se me ha hecho delicioso”, expresó Laura, que regresa a los musicales.
La puesta en escena, a estrenarse el 28 de agosto en el Teatro López Tarso, retrata la relación de un par de amigas en un campamento de monjas, cuando la perspectiva de una de ellas cambia al aparecérsele una figura que le canta temas de Whitney Houston. Desde ese momento sus prioridades cambian, de triunfar con su grupo de electropop SU-MA latina, a descubrir quién es ese personaje.
“Estoy identificada, me llena y hace feliz. Yo fui a una escuela de monjas y nada que ver, porque no bailaban rock, pero amo este personaje. No sé si me parezco a ella pero el mensaje que da lo comparto. Es una obra desgastante, necesitas el cien por ciento de ti”, agregó Dupeyrón.
