cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Cada que termina el ensayo de Constelaciones, Mónica Huarte se quita la gorra de actriz y se coloca la de productora, para seguir el hilo de la puesta en escena.
“Es pensar en si los posters están bien, cómo habrán hablado con la de vestuario, en cuanto puedo, mandar 80 mails y hablar con gente que no he hablado en años para pedirles favores”, dice emocionada.
La participante en los filmes Cansada de besar sapos y Chiapas, el corazón del café, está por estrenar en teatro el próximo 11 de septiembre.
En Constelaciones, obra que habla sobre los universos paralelos en la vida de un hombre y una mujer, interpreta a Mariana, una física cuántica. Sobre el escenario de Teatrería estará acompañada por el argentino Nacho Tahhan, quien hace el rol de Rolando, un apicultor de azotea.
Bajo la dirección de José Manuel López Velarde (Mentiras y Si nos dejan), este drama muestra las consecuencias de si los personajes centrales toman una u otra decisión de un misma tema.
Huarte sabe, aunque es productora, que López Velarde es el especialista y lo respeta.
“A lo mejor como productora pienso que debería ir por otro lado, pero lo respeto, sabe lo que lo hace, y entiendo que en el set el director está por arriba del actor; además no estoy sola, somos cuatro productores y eso equilibra la cosa”, explica bromista Huarte.
Constelaciones es un texto original del inglés Nick Payne, siendo presentada en más de 10 países, entre ellos Estados Unidos y España.
Estará solamente 12 semanas en el inmueble, sin descartar la posibilidad de tener gira.
Jorge Ballina (El curioso incidente del perro a medianoche) se encuentra como responsable de la escenografía, Gabriela Fernández (Cantinflas), del vestuario e Ingrid Sac (Salomé), en iluminación.
“Son alrededor de cincuenta y tantas escenas, decimos obras, que son cada universo, entonces debemos construir circunstancias inmediatas que deban ir bien con lo que pasó antes”, detalla López Velarde.
“Hay una parte donde él está casado, o con novia, o sin compromiso y se ven las reacciones de ella, hay una parte ligera, pero también de rompimiento”, agrega.
El escenario es únicamente una pared descascara y a los actores, transitando sobre él.
“Es como una especie de lienzo blanco, interesante para todos, incluso hay cosas que inventamos”, detalla Lópz Velarde.
Constelaciones llegó a Huarte luego de que su socio Alonso Pineda se lo diera. Buscaron los derechos tan pronto acabó la lectura.
“Me explotó en la cabeza”, exclama la actriz.
Y así fue como llega con dos cachuchas, a la obra que, en Estados Unidos, fue encarnada por Jake Gyllenhaal (Secreto en la montaña) y Ruth Wilson, ganadora del Globo de Oro 2014 (The affair).
“Son pocas semanas como en Broadway, cortas temporadas y a otra cosa”, expresa Huarte.
