Más Información
Diputados reciben a David Colmenares; pide presupuesto “austero” por más de 3 mmdp para Auditoría Superior
IMSS e ISSSTE recibirá más de un billón de pesos en 2025; Comisión de Seguridad Social avala opinión al PPEF
De cara a elección judicial, INE nombra a Claudia Espino como secretaria ejecutiva; será la representante legal del Instituto
La cumbia, el ska y el rock se fusionan para producir el tercer disco de la banda argentina La Oveja Negra y los García Amigos no son sólo los huevos, quienes por primera vez pisaron suelo mexicano para cargar de energía a los 100 mil asistentes que se reunieron en el estacionamiento de la Ciudad Deportiva Municipal del Ayuntamiento de Ciudad Nezahualcóyotl por el 54 aniversario de su fundación.
“El título de este álbum es una frase bastante particular para nosotros, pues tenemos un montón de amigos y son algunos de ellos los que van a estar en este nuevo material”, detalló Carlos Tuti García, vocalista de la banda.
El grupo argentino compartió que siendo esta vez la primera presentación en México y con planes de volver para noviembre, se sintieron muy contentos con las repercusiones que trajo el antes y el después de su aparición ante la gente que propagó la energía de sus canciones por medio de brincos y mucho baile.
“Venimos a divertir a la gente, a aportar nuestro granito de arena, que se disperse y se olviden las penas que traemos en esta vida y que se dejen llevar por nuestra buena vibra, ese es el objetivo de todos los integrantes”, mencionó Tuti.
En los sencillos de este material que estará terminado entre los meses de agosto y septiembre según Carlos, cuentan con las colaboraciones de Juan y Martín de Los Caligaris, Jorge de Los Auténticos Decadentes, Goy Karamelo y Mono de Kapanga, todos ellos colegas de la Oveja.
“Lo primero que pensamos nosotros es transmitir el mensaje que traemos, si estamos convencidos de lo que hacemos sin lugar a dudas le va a llegar a la gente”, declaró.
En 2005 la agrupación grabó su primer disco titulado Chochos de la vida y en 2012 su segunda producción llevó el título de Que la felicidad los atropelle.