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Brad Pitt y Pharrell acompañaron ayer a los dolientes del rockero Chris Cornell para rendirle sus últimos respetos en el cementerio Hollywood Forever.
La música de su banda Soundgarden se escuchaba por un altavoz portátil a las puertas del lugar, donde alrededor de una docena de admiradores se habían congregado. Vehículos con chofer llegaron con los deudos del músico, incluidos su viuda y sus dos hijos menores, para el servicio privado. Adentro, filas de sillas blancas y arreglos florales se colocaron mientras “Like a Stone”, de Audioslave, se escuchaba por unos altoparlantes.
Entre los asistentes estaban Lars Ulrich y James Hetfield de Metallica, así como Dave Navarro de Jane’s Addiction.
Afuera del cementerio, Melody Andrade trajo a su hijo de 4 años, Jude, para rendir sus respetos a Cornell. Ambos llevaban camisetas en las que decía “Say Hello 2 Heaven”, un tema que Cornell interpretó con la banda Temple of the Dog y cuyo título es “Saluda al cielo”.
“Siento que esta muerte es tan grande como las de Elvis o John Lennon. Por eso tenía que traer a mi hijo”, dijo Andrade.
Cornell, de 52 años, fue declarado muerto el 18 de mayo tras haber sido encontrado inconsciente en su cuarto de hotel en Detroit tras un show de Soundgarden. La oficina del médico forense del condado de Wayne dijo que se ahorcó.