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Javier Bátiz celebró sesenta años de carrera de la mano de amigos y seguidores en el Zócalo de la Ciudad de México este sábado junto a la Orquesta Filarmonía Metropolitana.
Con un sentido del humor contagioso, "El Brujo" recordó sus aventuras a lo largo de todos estos años de carrera. No faltó la anécdota de cuando fue maestro de Santana y recordó que antes de ser Santana de hacía llamar Apache.
Al escenario subieron amigos como Eugenia León, con quien cantó un tema que él hiciera hace ya varios años para un bebé suyo que falleció al poco tiempo de nacer. Posiblemente fue ese el momento más conmovedor del concierto en la explanada.
El encuentro inició a las seis de la tarde. Poco a poco la gente fue llegando a la cita con el rockero hasta ocupar la mitad del lugar.
Baby Bátiz, hermana del músico también estuvo ahí. Al igual que Dr. Shenka, de Panteón Rococó, con quien Bátiz cantó Tierra de nadie.
"¡No queremos más violencia, ya no queremos más sangre ya no queremos una tierra de nadie¡" dijo al público Dr. Shenka.
Más adelante tocó el tema que el rockero hiciera para las "señoras de la noche de Tijuana" a quienes agradeció y aplaudió con La flor de Sans Souci.
"Ustedes son los que me han dado la vida de músico que soy", dijo Bátiz en una parte del concierto y se dijo más que feliz por ese homenaje ahí, en el centro del país, en el lugar donde nuestros antepasados vieron al águila devorando una serpiente.
El concierto terminó con una gran ovación cerca de las ocho de la noche, con un Bátiz feliz de una carrera como la suya.
cvtp