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José José dijo que está listo para enfrentar lo que llamó “esta nueva aventura en mi vida”. El cantante realizó un comunicado a través de YouTube para confirmar que padece cáncer. “Me detectaron un tumorcito chiquito en la cabeza del páncreas”.
El Príncipe de la Canción señaló que al ver que no ganaba peso con nada, se hizo unos estudios en Estados Unidos, donde tampoco obtuvo una respuesta de su delgadez.
“En los últimos tres años me he ido haciendo más chiquito”, detalló el intérprete de “Almohada” y que efectivamente, se ve notablemente flaco.
Explicó que decidió viajar a la Ciudad de México para ser atendido en el Instituto Nacional de Nutrición, donde, contó, fue recibido con los brazos abiertos arropado por el director, David Kershenobich Stalnikowitz.
Ahí le fue detectado el carcinoma de páncreas. “Les agradezco su infinito cariño y su comprensión, me hicieron análisis de arriba a abajo y me encontraron un problema en el páncreas”.
Para José José no es la primera batalla por su salud, la cual ha sido más una constante en su vida desde hace mucho tiempo.
La diabetes fue un factor para que en 2007 sufriera una parálisis facial o parálisis de Bell.
Mientras estaba en una llamada telefónica, el cantante explicó que sintió una “cosa rara” y al verse en un espejo vio un lado de su rostro ligeramente caído, así que fue llevado a un hospital de la ciudad de Miami donde le explicaron que el séptimo nervio craneal resultó inflamado y produjo un episodio de debilidad, del cual ha tenido una recuperación lenta y gradual.
En 2009 le fue diagnosticada la enfermedad de Lyme, la cual le ocasionó una parálisis casi total del lado izquierdo de su cuerpo, afectando al ojo, la faringe, el pulmón, el estómago e intestinos. Por eso ahora tiene dificultad al moverse, hablar, cantar o simplemente para respirar.
También los accidentes lo han acompañado, en 2013 mientras ofrecía un concierto en el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez, en la ciudad de Querétaro, al acercarse a saludar a una fan perdió el equilibrio y cayó de una altura de metro y medio, pese a que no hubo fractura sí estuvo con mucho dolor en pierna y codo derechos, además del cuello, una molestia que lo afectó por varios meses.
La depresión también se ha hecho presente en la vida de El Príncipe de la Canción, situación que dejó al descubierto durante una entrevista en el programa Primer impacto: “Cuando perdí la voz la primera vez, pensé en el suicidio. Hubo una vez que me metí la pistola en el paladar y no funcionó ¿qué otra señal pude haber pedido de que no era mi momento?”.
Esto fue en 1972: debido a una neumonía su diafragma se paralizó.
A esto hay que sumarle años de abuso de cortisol, que provocó que le pusieran una prótesis en una pierna porque éste terminó con su fémur. Y su adicción al alcohol, que entre otras cosas, lo llevó a vivir en la miseria y a varias cirugías en las cuerdas vocales.
En el video publicado ayer, el cantante recordó que el personal médico le dijo que ha recibido cosas negativas: “Traiciones, sobre todo, las más dolorosas; mentiras, lo que inventan, las agresiones. Todo eso lo van recibiendo los órganos, y por lógica el páncreas recibió una agresión gigantesca y desarrolló eso negativo”.
Aseguró que los médicos le dijeron que, con tratamiento, el tumor se puede encapsular y que incluso no sería necesario extirparlo.
Se despidió así: “Gracias a mi pueblo, mi gente por ser mis amigos mis hermanos; gracias por ayudarme a tener otra extensión de vida”.
Diagnóstico. Un enemigo silencioso es el que enfrenta José José, ya que el adenocarcinoma de páncreas es un tumor poco frecuente y que por lo general se detecta cuando ya está muy avanzado o ha invadido otros órganos como el hígado o la vía biliar.
“El cáncer de páncreas es un hallazgo fortuito, ocurre por accidente cuando una persona se hace un estudio por otra razón, como problemas gástricos o una infección, generalmente no se piensa en un diagnóstico de páncreas sino simplemente se encuentra”, explicó Ernesto Sánchez Forgach, oncólogo. La situación es delicada porque este órgano se encarga de producir la insulina y las hormonas que utiliza el cuerpo para la digestión. “El tiempo de vida es aproximadamente de seis meses, aunque existen tratamientos que pueden prolongar la sobrevida no por mucho tiempo, pero sí mejoran su calidad al mitigar los dolores”.