Clínica de Periodismo
En el último fin de semana de carnaval en la Isla de Cozumel, Quintana Roo, el baile, las sonrisas y los coloridos disfraces no dejaron de desfilar por el escenario del Teatro Moby Dick. Con ritmos tropicales y movidas coreografías, los habitantes de la isla, quienes conforman un gran ballet, calentaron el escenario para dar paso a Celso Piña y su Ronda Bogotá, que pusieron a bailar al ritmo de la cumbia vallenata a los fans.
Pasadas las dos de la mañana y con un público listo para escuchar al “Rey del Acordeón”, el músico dio los buenos días a todos aquellos que lo esperaban en la pista. Fue con la canción “Cumbia Sampuesana” que calentó los motores.
Posteriormente, con el tema “Macombo” mandó un profundo saludo al fallecido escritor colombiano Gabriel García Márquez, de quien destacó, fue su amigo.
Mimi Segovia, reina de belleza de este año, encabezó la mayoría de los bailes del carnaval.
Mientras caía la noche, hubo un concurso de disfraces en donde cada atuendo traía una pizca de las raíces mexicanas con un toque de la Isla de Cozumel. El ganador fue “África en el olvido” un disfraz que se sostenía de la espalda de un hombre con un enorme penacho de más de dos metros de altura, simulando las plumas de un pavorreal.
Sin olvidar al recién fallecido Juan Gabriel, el ballet ofreció un pequeño popurrí de sus más grandes arreglos. Los gritos de protesta no se dejaron pasar, pues se representó escénicamente al presidente Donald Trump con una sátira sobre la construcción del muro fronterizo entre EU y México.