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cristina.pineda@eluniversal.com.mx
Miguel Bosé no debe dar explicaciones sobre el escenario. Así como llora al recordar a su sobrina Bimba, no le importa repetir el controvertido beso en la boca a uno de sus guitarristas, se confiesa e incluso se opone al muro que Donald Trump quiere instalar en la frontera con Estados Unidos, todo en su regreso al Auditorio Nacional.
“Algo que empeora esta situación (un mundo no tan agradable para los hijos) son los tintes rubios. A las chicas les sienta bien, a nosotros (los hombres) parece ser que no porque de repente hay alguien que le da por teñirse de rubio y levantar muros. Yo no quiero ese mundo, quiero un mundo en el cual podamos abrirle los brazos a alguien que venga de fuera y decirle ‘ven, esta es tu casa, ayúdame a construir la mía’”, manifestó.
En el inicio de la gira Estaré, que fue a las 20:40 horas, el español y sus músicos vistieron de negro.
Bosé derrochó sensualidad y ese porte que lo caracteriza al ritmo de “Sereno”, “Duende” y “Nena”.
Casi 10 mil personas que se dieron cita en su primer concierto, que repetirá dos veces en el mismo recinto y el domingo en el Zócalo.
“Buenas noches, México. Bienvenidos a este comienzo de gira porque hoy es el primer concierto. Es un verdadero placer estar juntos, no es un concierto que comienza solamente, para mí es el primer concierto de una era nueva y de una vida nueva y eso lo van a descubrir a lo largo estas horas. He venido a confesarme pero soy tan casto y puro que no tengo pecados, tengo algo mucho más jugoso para confesarme que son canciones que ya son vuestras y que no guardan ningún misterio. Ese va a ser mi regalo y esta noche mi debilidad: la música y mis canciones”, saludó.
“Yo soy un hombre de paz y trabajo todos los días para la paz desde muchas organizaciones y creo que lo que hemos estropeado debemos arreglarlo para que nuestros hijos el día de mañana tengan un mundo que ya no va a ser como yo pensé que se los iba a heredar, pero vamos a intentar que sea un tanto mejor. Esta canción habla sobre paz, solidaridad, integración, esfuerzo, exilio; la escribí en el 92 y pensé que ese tema estaba olvidado, pero desgraciadamente sigue vigente”, dijo antes de la alusión a Trump para dar pie a “Nada particular”.
La velada continuó con “No hay ni un corazón que valga la pena” y la bachata escrita por Juan Luis Guerra “Dime qué diré”.
Vinieron ritmos más movidos en “Morir de amor”, “Creo en ti” y “La chula”, antes de contar la historia que inspiró la canción “Estaré”, que da título a su tour.
“Me voy a poner un tanto tierno. Un día le dije a mis cuatro hijos: ‘Papá se va a ir durante un periodo largo de tiempo, no va a estar y quiero que aguanten y sepan que dentro de poco vuelve’. Tadeo me dice: ‘No, papi, aunque te vayas siempre estás aquí (señaló corazón). A los niños se les da de comer, el regaño, la escuela muchas cosas, pero en determinado momento hay que empezar a amortizarlos. Esta frase es el primer paso porque se convirtió en una canción que les he dedicado”.
En la recta final recordó a Juan Gabriel con “Siempre en mi mente”.
Apareció nuevamente en escena para complacer con “Bambú”, “Sólo si” y “Amante bandido”. A las 22:48 horas finalizó con “Hacer por hacer” y “Te amaré”.