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No siempre el glamour se hace presente en las entregas de premios y los Grammy no son la excepción. Este año, varias artistas se vieron creativas y arriesgadas con diseños llamativos.
Por ejemplo, la cantante Katy Perry se decidió por un atuendo diseñado por Tom Ford que consistió en lentejuelas doradas y una falda de plumas. Mientras que Lady Gaga, fiel a su excentricidad e inspirada en un look rockero, se vistió de piel y dejó al descubierto su escote, piernas en medias de red y botas largas.
Jacqueline Van Bierk se vistió en un Andre Soriano que hacía un homenaje a los CD portando decenas de ellos en sus vestidos. La cantante Girl Crush optó por una falda de globos.
De las que también se unieron a los vestidos originales, sólo que menos excéntricos, fueron Demi Lovato, quien vistió un Julien Macdonald, el cual no dejó nada a la imaginación, puesto que el corte sirena y lo transparente de su atuendo mostró su curvilínea figura.
Una más que sorprendió no sólo por su vestido sino por su actitud, fue Céline Dion, quien a menos de un año de haber perdido a su esposo René Angélil, apareció en un verde y escotado vestido diseñado por Zuhair Murad.
Las sorpresas en la alfombra roja no acabaron y menos cuando Joy Villa apareció con un vestido azul con el lema de campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump: “Hacer a América grande otra vez”, impreso hacia abajo. Las críticas en redes sociales no se hicieron esperar.
