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christian.leon@eluniversal.com.mx
Fuertes lluvias, un intenso frío y una luna que lucía más grande de lo habitual, fue la manera en la que México recibió a por última vez a Black Sabbath este miércoles en una ciudad que lucía particularmente apocalíptica.
Más de 60 mil personas se reunieron en el Foro Sol para dar el último adiós a la legendaria banda de heavy metal en su gira The End, en la que sus integrantes agradecieron al público por su preferencia por casi medio siglo.
Un cielo nublado, un piso mojado por las lluvias de la mañana y un fuerte viento, contrastaban con el calor generado por las miles de personas reunidas en el foro, quienes 20 minutos antes de las 22:00 horas, vieron ascender el infierno musical por última vezsobre el escenario azteca.
Era el príncipe de las tinieblas Ozzy Osbourne, quien junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Tommy Clufetos estaban de vuelta en México, en esta ocasión para decir adiós.
“Olé, olé, olé, olé, olé” fueron las primeras palabras desprendidas por Ozzy con las cuales dio la bienvenida a sus fanáticos, a quienes deleitó con el tema “Black Sabbath”.
Miles de cabezas se contoneaban al ritmo de cada rif, de cada nota que salía de la voz de Osbourne, cuya risa diabólica le imprimía un toque particular a la noche.
Algunos de los temas que no pudieron faltar fueron “Paranoid”, “War Pigs” y “Iron man”, canciones que son parte de la generación que aquella noche fue a despedir a sus ídolos.
Ozzy, quien lució su acostumbrada larga y negra cabellera, habló poco con su público pero eso fue suficiente para que los fans se entregaran con gritos y porras como respuesta.
Con un breve “los amamos México” el grupo “se echó a la bolsa” a todos los asistentes, mismos que se entregaron por completo cuando retumbaron por todos los rincones canciones como “After forever”, “Fairies wear boots” e “Into the void”.
Durante la velada del adiós, la agrupación trató de abarcar la mayor cantidad de temas posibles, quiso despedirse de los mexicanos con lo mejor de su arsenal en donde destacaron otros temas emblemáticos como “Snowblind”, “Behind the wall of sleep”, “Hand of doom” y “Ray Salad”.