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Alexander Acha considera que hay muchos factores para que un álbum fracase. En el caso de Claroscuro, que editó en 2014, dice que no fue un problema musical o de sus temas.
“Hay factores como el manejo del disco, del artista, la disquera, la temporalidad de la música, si es un buen momento en el año o si sacaste el disco junto con el de Bruno Mars. En estos casos, siendo muy sincero, no ha tenido que ver con mi música, han sido cosas ajenas a mí.
“A lo mejor (hubo) un poco de sobreproducción. ‘Amiga’ fue un hitazo, así que tampoco estuvo en todas las canciones, había varias en el punto que debían estar”, explicó el hijo de Emmanuel. Como a todos, a Acha le duelen sus fracasos y no niega que los ha tenido así como canciones que no encajaron como esperaba y pone como ejemplo a “Gracias”, ya que a su parecer el público quería de él más baladas.
La elección de los sencillos es un paso importante para el destino del disco porque no solamente tiene que ser una canción que guste, sino que debe salir en tiempo y forma, algo que sucede si el artista se deja guiar, comenta un jectuivo de una disquera y que pide no dar su nombre. “A veces hay canciones que se quedan como híbridos y no hay dónde meterlos. No hay radio que los toque porque vas con una estación de regional mexicano y te dicen que suena a pop, vas a la de pop y te dicen que suena a grupero y es por eso que de repente el artista te dice ‘no está sonando mi canción´'”.
Concursos de talento. Pablo López, mejor conocido como Jahvel Johson, pasó de cantar en los vagones del metro a ser el ganador de la primera edición de México Tiene Talento, de TV Azteca, y como premio firmó un contrato con Sony Music, que implicaba un compromiso por cuatro discos; después de la salida del primero, el que no funcionó, se le otorgó la carta de retiro y su máster de grabación.
“No lograron lo que esperaban de mí, no me vieron como un producto rentable. Se me prometió una carrera artística y no la vi, ¿me ha visto en promoción o shows? Quizás haya otros proyectos que impidieron que yo saliera a trabajar, me vieron como producto pequeño y me fueron echando de lado, un año congelado porque no me dejaban regresar al metro porque quemaría su imagen.
Para Jorge Soto, crítico de música que ha trabajado en disqueras transnacinales, en programas a nivel mundial como The Voice o American Idol no han destacado grandes figuras, excepto Kelly Clarkson; esto, confía, se debe a que el público los sigue en el programa, se identifica pero no se interesa más allá. “Actualmente la situación digital ha dificultado a los nuevos proyectos para las disqueras, ya no los desarrollan ni les dan continuidad a la discografía.
“Es la piratería y el streaming los que ha disminuido las posibilidades; ahora los esfuerzos se los dan a los más rentables y se limitan a dos. Creo que es un factor importante para que no se les de la atención como antes”, dijo.
Otra personalidad que salió de estos programas de concursos, La Voz México en Televisa, fue la también actriz Natalia Sosa. Afirma que ahí encontró un público joven y por eso sacó el disco que le prometían al ganador de la edición número 4, aunque no tuviera la difusión que la empresa le dio como participante.
“Es que ellos (La Voz) nunca apoyaron a nadie que yo sepa, no ha salido nadie de ahí, todos hemos. Sin embargo, sí fui testigo de muchos participantes que por su juventud pusieron todas sus esperanzas en un concurso y no entienden que es un escalón más.
La industria es una cosa de canciones más que de intérpretes, dice un ejecutivo.: “No hay una varita mágica pero deben existir bases e incluso las críticas de las redes sociales dan una métrica sobre qué es tendencia. Y el auge ahora es el pop en español”.