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Nunca existió una meta que conseguir. División Minúscula se guió por el día a día y ahora que cumplen 20 años de trayectoria no planean cambiar su forma de pensar.

“Se siente uno viejo a veces”, bromean cuando miran para atrás y se dan cuenta del aniversario.

Para ellos uno de los primeros logros fue que su música dejara ser sólo de Matamoros para atravesar países y continentes. Pero no sólo su caso ha tomado distintas vertientes, también lo ha hecho la escena nacional.

“(El rock) no radica en la venta de discos o el lugar en el que te pongan en un festival, no radica en nada de números. Lo que sí es en una carrera de resistencia y en que no eres el sabor de la semana o la moda. Mucha gente ni siquiera sabe quién es División Minúscula y tenemos 20 años en esto, no es tratar de ampliar la carrera haciendo una colaboración con una banda de cumbia; a mí en lo personal no me gusta la mezcla, sí estos géneros como las rancheras o la cumbia, pero cada cosa tiene su lugar y se va desvirtuando cuando intentamos sumar cifras en una taquilla”, dijo Javier Blake.

Este sábado llevarán esa fuerza al escenario del Auditorio Nacional en un concierto con más de 30 canciones que repasará su historia y el que consideran es un paso natural después de abarrotar en repetidas ocasiones el Teatro Metropólitan.

De esta manera piensan permanecer en la industria, con la credibilidad de agrupaciones que tardan décadas en colocarse, como el caso de Caifanes.

“Ser honesto y apasionado es cuando los altibajos no te afectan y cuando hay visión muy firme, si no la hubiéramos tenido lo hubiéramos dejado cuando ya no éramos adolescentes, cuando a nuestro tercer disco no le fue igual que el segundo, cuando perdimos cosas familiares o nos quedamos sin mánager. No importaba que después de 20 años llegáramos al Auditorio Nacional y sinceramente si no hubiéramos llegado no hubiera pasado nada”, agregó Blake.

Durante cada disco han luchado por quitarse las etiquetas y se consideran necios con lo que les gusta crear, siempre desfachatados y esa es una de las razones por las que tardan para grabar de un álbum a otro.

“Esperamos a madurar, pero cada noche dormimos tranquilos porque tenemos la banda que queremos. No hay miedo en ser diferentes”.

Debido a que los integrantes consideran que el público ya no se da tiempo de escuchar o comprar un disco completo es que lanzaron un EP de cinco canciones.

En Secretos se nota una evolución grupal así como han luchado durante toda su carrera en no repetirse, además de hacerlo durante un proceso más relajado en donde encuentran química en la composición y entre su relación.

“Nos reímos de los peores momentos en donde antes estábamos al borde del llanto. Creo que cada disco refleja quién eres, en qué etapa estamos. Para la banda no es una opción sacar una canción al año, debe haber un concepto detrás de todo porque lleva tiempo moldear un sonido y es difícil meterlo en una sola canción”, expresaron.

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