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Hay figuras en el ambiente artístico cuyo talento puede marcar un antes y un después en su área de desempeño, por ejemplo el próximo Nobel de Literatura, Bob Dylan, quien gracias a las letras de sus canciones y a la innovación que éstas representan en la expresión poética, se hizo acreedor al premio. Sin embargo no ha pasado lo mismo con su obra como pintor o escultor, un aspecto casi desconocido y tal vez sin el mismo valor que su trabajo en la música.
Para Julia Palacios, doctora en Historia por la Universidad Iberoamericana y especialista en el tema de la música, no es raro, ya que hasta el momento no se ha dado en la historia contemporánea un artista que destaque en todos los ámbitos del arte.
“Una muestra es Prince, quien era un virtuoso en muchos instrumentos, era productor, cantaba y componía, por eso era tan importante, pero se quedó en esa área, no puedo pensar en alguien que tenga todo del mismo calibre”.
En el mismo tenor está la opinión de Gabriela Camacho Lara, investigadora y profesora en la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien señala que estas figuras no pueden considerarse como profesionales en artes plásticas o visuales, por mucho que les guste pintar, esculpir o hacer instalaciones, “de eso a que hagan contribuciones importantes es muy diferente, cualquier persona interesada en estas disciplinas puede pintar y no por eso son artistas”.
Podrán ser referentes en la música, pero ¿lo que han hecho en otros ámbitos tiene el mismo impacto que la actividad que les dio fama y fortuna?, se pregunta Santiago Espinosa de los Monteros, crítico de arte y ex coordinador nacional de artes plásticas del Instituto Nacional De Bellas Artes. “Su trabajo se aprecia por quienes son ellos, la producción de cada uno es, a mi muy personal parecer, menor; aunque encuentro su actividad como algo que sucede de manera paralela y es verdad que dedican largas horas a pintar, que en muchos casos se ve en su trabajo que hay detrás una escuela (aunque ésta sea muy elemental), y también es cierto que algunos de sus trabajos encierran cierto atractivo visual”, considera.
John Lennon no sólo es recordado por ser uno de los integrantes de The Beatles, en su carrera artística también desarrolló dibujos y bocetos que ahora son conservados por su entonces pareja Yoko Ono. En estas expresiones mostraba cómo la presión mediática menguaba en su vida, sus mensajes positivos y la relación que tenía con sus seres cercanos.
“Los dibujos de John Lennon no tienen ningún valor artístico importante más que el hecho de que los hizo él y está expresando, pero no es un artista plástico, las actuaciones de David Bowie son buenísimas pero él en sus propios conciertos era muy teatral, pero no ganó un Oscar o fue el mejor actor de todos los tiempos; su valor es que están hechos por alguien que tiene un reconocimiento, en este caso, en la música”, comentó la doctora Palacios, también académica del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana.
Pero es precisamente esa fama la que les ha abierto las puertas de galerías y museos para que expongan sus obras, según palabras de Gabriela Camacho, asegurando que para un artista es muy difícil montar una exposición individual, no sólo por la cantidad de obra que hay que tener, sino también por el reconocimiento que debe crear antes de lograrlo.
“Al ser una figura pública sí tienen más apertura estos lugares”.