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cristina.pineda@eluniversal.com.mx
Para Susana Zabaleta lo más importante es demostrar que está segura de lo que le gusta y tener claro hacia dónde va. Ese pensamiento la hizo abandonar su natal Monclova para mudarse a una ciudad que le dio la libertad de ser ella misma.
“Mi papá fue de ¿a dónde te vas a ir? Les dije que venía a casarme, por supuesto; andaba con un novio, llevábamos cinco años. Así sí, pensaron. Tenía tres meses aquí y ya había audicionado para El Violinista en el Tejado y estaba en la Ollin Yoliztli becada. Mi papá dijo ¿y el anillo? ‘Ya sé lo devolví y ya ando con otro’, respondí. Fue muy difícil al principio, hasta que me vieron en una obra en acción que me dijeron sí creo en ti”, contó en entrevista.
Así como le sucedió con su familia, también con productores y personalidades allegadas al espectáculo que no veían en ella un futuro con una carrera consolidada. A 30 años de sus inicios, Zabaleta les responde que puede ser mujer, mamá, cantante, actriz y hasta hacer doblajes.
“Recuerdo que me decían ‘imagínate tú como Selena’, yo decía no. E insistían: ‘imagínate el éxito que tendrías’, yo decía no me imagino porque no quiero cantar eso. Si cantas lo tuyo no vas a llegar a ningún lado”.
Experiencias como esa le formaron el carácter y temperamento por el que ha sobresalido los últimos años. Una mujer que no se deja ante nada y no tiene pelos en la lengua al hablar de las injusticias o el machismo.
“Hay un dicho en Coahuila que dice ‘la burra no era arisca, la hicieron’, yo creo que tenía otro carácter y era de otra forma, pero por personas que te encuentras en la vida eso cambió. Siempre he creído en mis ideales, he dicho esto es lo que me gusta y no va a haber poder humano ni dinero que le llegue”, dice la también conductora.
Cuenta que hace poco le ofrecieron un millón de dólares por un desnudo para la revista Playboy, pero de algo de lo que la cantante se enorgullece es de que nunca le han llegado al precio.
“Imagínate a los amigos de mi hijo de 10 años con las revistas de la vieja ahí, que le comenten ‘está bien buena tu mamá’. Me voy a gastar el millón de dólares en psiquiatras, no lo vale. Hay muchas propuestas que han tenido que ver con el dinero y hay cosas que no se venden, yo soy una de ellas y me encanta poder decirlo”.
Nunca ha dejado de lado su sensualidad, algo que afirma tiene cada una de las mujeres, aunque la mayoría toman una mala decisión al no querer aprovecharla al pensar en la vergüenza o el qué dirán.
“En esta estupidez se pierde tanto. A mí me vale madres lo que digan, sé que todos hemos estado en algún momento de querer sentir que te cambien ese rollo de tu forma de pensar, la gente criticona es la que tiene problemas sexuales y darle la vuelta es padrísimo”.
Así como le dedica tiempo a sus hijos también organiza su trabajo porque algo de lo que ha aprendido es que no puede darle todo su amor a uno u a otro. “Cuando le das todo a una persona no lo valora porque lo tiene todo, lo dan por hecho. Tampoco hay que darle todo el amor a un hombre ni a nadie, hay que organizarse y poner un poco de cada cosa en cada lugar”.
Susana, la líder. Susana Zabaleta se dice una perfeccionista, tanto que no ve sus programas o musicales porque seguramente querrá cambiarle algo. Prefiere dejar cuatro o cinco tomas y que alguien más tome las decisiones. Por ello, en su celebración de 30 años de trayectoria se alegra de tener un motivo por el cual festejar con el álbum en vivo SZ30 (que incluye duetos con Armando Manzanero, Gloria Aura, Luja Duhart o Pisano), contrario a quienes prefieren quitarse los años.
“Yo no. Hay que echarle y vivir cada momento aunque duela, pues la vida es dolorosa”, expresa quien recientemente acaba de cumplir 52 años, justamente trabajando.
En un repaso por su carrera se arrepiente de haber sido tan “hocicona” porque se pudo ahorrar muchos problemas. “Tenía que haber dicho: ‘sí señora’ y yo no sé hacer eso. No sé decir ‘sí jefe’, porque para mí los jefes no existen; jefe es mi papá, los demás son señores que trabajan igual que yo.
“(Sé que puedo ser un líder de opinión) y me encanta que me digan ‘gracias a ti me atreví a hacer esto’, me gusta que la gente se atreva a hacer cosas. Claro que siento ese punto de responsabilidad y por eso también digo ‘sí hay que ser así pero aguas porque también te puedes quedar sola’.
“Yo soy acá la picuquí, pero acá llego y digo ‘sí mi amor,’ dime qué necesitas mija’, digo sí a todo aquí en la casa, afuera no. Tienes que ganar un poco y perder un poco, eso hay que entenderlo; en cualquier relación hay que dar, recibir y perder a lo mejor un poco más”.
Desde su punto de vista, conseguir socios de vida fue una de las cosas más difíciles en sus inicios, aunque ahora tiene cinco años como conductora del programa Susana Adicción, se encuentra realizando un disco con Alejandro Cervantes y para enero del próximo año espera participar en una obra de teatro musical.
Ella nunca va a cambiar, reconoce, así que sigue reprochando al gobierno el robo que sufrió y del cual nada le han dicho nada o que como los seres humanos tienen que luchar contra los problemas del actual gobierno, como la verificación de los coches.
“Yo quisiera que un día me acompañaran a verificar mi camioneta para que vean la corrupción y me dicen ya, pagas mil pesos. ¿Por que los voy a pagar?, ¿por qué seguimos pagando tenencias y no decimos nadie nada? Somos unas ovejas, como decía la Trevi, vamos para un lado con otros detrás. Quiero ir como todos los seres humanos, así como voy al súper, a verificar mi camioneta y que funcione. Pero no funciona tu verificación Mancera, te hablo a ti”.
