El anochecer y los fríos vientos hicieron presencia casi al término del Knotfest, en el Centro Pegaso.
Entre fuego, los miembros de Slayer salieron al escenario para retumbar la energía en cada uno de sus instrumentos al abrir con "Repentless".
De fondo, la imagen de Cristo permaneció detrás de ellos la mayor parte de su show, que duró más de una hora.
Siguieron con temas como "The antichrist" y "God hates us all".
Tom Araya, su cantante chileno, agradeció los aplausos y ovaciones después de quedarse por unos momentos estático para escucharlos.
"Gracias. ¿Han pasado un buen día?, ¿están listos para la música más pesada?", preguntó en español.
(Fotografía de Christopher Rogel-Blanquet EL UNIVERSAL)
La música siguió emocionando en todo momento tanto en la presentación de su último disco de estudio como viejos temas como "Raining blood".
Para el cierre del escenario principal dentro de la primera jornada del festival se espera a Avenged Sevenfold, aunque mañana el Knotfest dirá adiós durante un año, no sin antes escuchar a Slipknot, Deftones y The Offspring.
ml