El Zócalo de la Ciudad de México se ha convertido en el escenario ideal para artistas que dejan huella durante sus multitudinarias presentaciones.
Así como en la década pasada figuraron los locales Juan Gabriel (2000), Chavela Vargas (2000), Maná (2003) y Café Tacvba (2005), en ésta grandes figuras internacionales se encargaron de llenar la plaza con música y baile.
Quizás el más representativo fue el show de Paul McCartney en 2012, dos días después de haber llenado el Estadio Azteca con más de 70 mil personas.
El ex Beatle convocó a cerca de 200 mil personas, casi tres veces más que su primer show.
El ídolo juvenil Justin Bieber superó al británico, reuniendo a 210 mil fans también en 2012, un año después de su primera visita al país donde ofreció dos conciertos en el Foro Sol.
Quienes también tuvieron de fondo la Catedral de México fueron Alejandro Fernández (2006), Silvio Rodríguez (2007), Shakira (2007), Yuri (2013), Miguel Bosé (2013), Óscar Chávez (2016) y Rubén Blades, Carlos Vives y Marc Anthony (2016), por mencionar a algunos.
Hubo quienes como Britney Spears (2011) y Carlos Santana (2015), prefirieron el Monumento a la Revolución y el Ángel de la Independencia, respectivamente, para recordar sus éxitos.
Los irlandeses de U2 repitieron su hazaña de 2006 y en 2011 pisaron nuevamente, ante 93 mil fans en su primera fecha, el Estadio Azteca; en 2010 lo hicieron Black Eyed Peas con 75 mil, sumándose a una oleada en la década pasada con Bronco, Nsync, Luis Miguel Gloria Estefan y Lenny Kravitz. El que también utilizó ese recinto para su despedida fue Vicente Fernández, que este año ofreció casi cuatro horas de recuerdos acompañado de su familia y 85 mil almas.
Se sumó la presencia de grandes figuras en otro de los principales escenarios que tiene la Ciudad de México, el Foro Sol. Tanto en 2006 como en 2016 Los Rolling Stones derrocharon energía, al igual que Soda Stereo (2007), Madonna (2008), Radiohead (2009), The Cure (2013), One Direction (2013), Black Sabbath (2013), Foo Fighters (2013) o Coldplay (2016). La edición de 2011 del Vive Latino sirvió para que, ante cerca de 70 mil personas, Caifanes se reuniera luego de 16 años.