Al ver sobre el escenario al mítico cantante inglés Tom Jones se puede percibir que el tiempo ha pasado por él, su rostro que aún destaca por sus enigmáticos ojos verdes, ahora muestra la huella del tiempo, sus canas cubren ahora el rizado cabello oscuro que hacía enloquecer a millones de las décadas de los 80 y 90.

Hoy las marcas de expresión en su rostro son claras, el músico recién cumplió 76 años y ni eso impidió que cuando su boca despidió el primer sonido durante su concierto de este lunes en la Ciudad de México, los más de tres mil 100 fans quedaran hipnotizados y enamorados al corroborar que su voz, aquella que los enamoró de jóvenes, se mantiene impoluta.

Aunque la ciudad estaba enloquecida por el homenaje a Juan Gabriel realizado en el Palacio de Bellas Artes, tan sólo unos metros de distancia un numeroso grupo de fans de Sir Thomas John Woodward, nombre real del galés, abarrotaban el Teatro Metropólitan que esa noche fue sold out, algo inusual en un día dedicado al Divo de Juárez.

Una vez dentro del recinto, no sólo los adultos contemporáneos al artistas ocupaban los asientos, también había jóvenes, aquellos que dicen, crecieron escuchando la música de Jones por sus padres, un gusto que se les quedó y que este lunes hizo que cantaran con él en su gira por América Latina titulada Burning hell.

Era la primera vez que Jones visitaba México y por ello quizá ofreció un cóctel musical en el que repasó su medio siglo de carrera artística. Alrededor de las 21:00 horas Tom llegó al escenario del metropolitan ataviado con pantalón, camisa negra y un saco plateado, el cual combinaba con su cabellera y sus ojos.

Junto a sus nueve músicos el intérprete comenzó la velada ejecutando con su inigualable voz, canciones como “Run”, “Hit or miss”, “Mama told me not come” y “Didn't it rain”.

Los “te amo”, “cásate conmigo” y “eres lo máximo” no se hicieron esperar; el cantante recibía los halagos con beneplácito, y es que durante su show, Jones nunca dejó de mostrarse sensual ya fuera con la manera hipnotizante en la que cantaba o con los cadenciosos movimientos que despedía en cada compás musical.

“Delilah”, “Tower of song” y “Soul of man” dieron muestra del talento del cantante, quien en más de una ocasión agradeció a su público en español.

El show también dio para que interpretará la canción que le ha puesto su apelativo “Sexbomb” y no pudo dejar fuera del set “Elvis Presley blues”, la cual escribió para su amigo El rey del Rock & Roll.

Siempre alegre y jovial, haciendo que el público olvidara que es un artista septuagenario, el inglés también entonó himnos como “You can leave your hat on”  “Kiss” y “Strange things happening every day”.

cvtp

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