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janet.merida@eluniversal.com.mx
Ayer terminó oficialmente medio siglo de conflicto armado en Colombia con la firma del acuerdo de paz entre el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el líder máximo de las FARC, Timoleón Jiménez, situación que hace cuestionarse al músico colombiano Carlos Vives sobre la posibilidad real de que en su país todos jalen hacia la misma dirección tras un periodo que dejó más de 250 mil muertos.
“¿Será que todo el esfuerzo que se está haciendo sí va a traer una paz? ¿cuántos grupos falta por desmovilizar? o ¿no será una cosa más interior de cada uno de nosotros? porque no sé, no sé...”, expresó ante medios de comunicación ayer en la ciudad de México, donde habló de su reciente sencillo junto a Shakira, “La Bicicleta”.
Reconoció que lo que está pasando en su país es un momento histórico que ha polarizado a la población.
En su posición como artista, Vives escribió en 2014 una canción titulada “Un paso hacia la paz”, en donde une a artistas colombianos, distintos en cuanto a voces y géneros, pero iguales en su búsqueda de la paz.
“Ya nuestra postura la fijamos hace tres años cuando grabamos la canción que hoy es símbolo de toda la corriente, me pidieron que escribiera sobre la conciliación de los colombianos, invité a todos: a Juanes, Fonseca, Fani Lu, Maluma, J Balvin... están todos; los vallenatos y los no vallenatos.
“Hicimos esa canción hace tres años y se tenía una sensación de: ‘¿será posible que esto sea para nosotros? ¿que se vaya a dar? ¿que podamos volver a recorrer ese país o ir a conocerlo en tantos lugares donde ha estado vetado para los colombianos de mi generación y de otras generaciones?’ Tenemos esa esperanza, ojalá tengamos juicio y vayamos todos por el mismo lado”.
Vives cayó en cuenta que el mismo día que su país firmaba la paz, México conmemoró el segundo año de la desaparición de los estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, hecho que convocó a una marcha ayer en la Ciudad de México.
“Por supuesto que hemos seguido de cerca y ha impactado mucho a donde voy el tema de los estudiantes desaparecidos, son cosas difíciles de imaginar o de creer; como esa, muchas historias de nuestros países latinoamericanos y de mi país son cosas que uno no entiende por qué siguen pasando a estas alturas del Siglo XXI”.
