Pasan los coches entre gritos de claxons y gente, alguien ofrece volantes, otros componer relojes, celulares, unos tacos de suadero o amuletos chinos y entre todos esos olores, colores y puestos ambulantes del mercado de San Juan se escucha también a Juan Gabriel. Una curiosa mezcla entre Si quieres, Siempre en mi mente, Te lo pido por favor y Everybody dance al mismo tiempo.
Hoy no hay puesto de discos piratas que no tenga en lugar preferencial toda la colección del Divo de Juárez: Los Dúo uno y dos, Vestido de etiqueta, una versión con Rocío Durcal, Celebrando 25 años en Palacio de Bellas Artes y otro que en la portada reza 100 videos y 20 karaokes del compositor sin dejar atrás, por supuesto, las tiras de sobrecitos pegadas con cinta y que ofrecen la serie Hasta que te conocí, Juan Gabriel. Así como las tiendas de discos originales, el ambulantaje también se ha puesto las pilas tras la muerte de Juanga.
Hoy por la mañana a todos los puestos llegaron nuevas versiones musicales que se ofrecen uno en diez o tres por veinticinco. Al local de Gaby por ejemplo surtieron 50 nuevos discos en diez versiones diferentes que espera se vendan bien los próximos días, como ocurre siempre que un ídolo de la música se va.
En otro local Raquelito acomoda las nueve versiones que le acaban de llegar de conciertos de Juan Gabriel. “Se vende bastante, era todo un ídolo, quién no lo va a extrañar, es un personaje que se nos va y se ha vendido muy bien, es como Chabelo, desde chicos a grandes, bien lo dijeron anoche, desde un niño de diez añitos hasta una persona de noventa, todo el mundo le ha cantado, quién no sabe las canciones de Juan Gabriel”. El más vendido para ella ha sido la versión ranchera. En original 150, copias, a 10.
En otro puesto del centro de la Ciudad de México pero ya no de discos, Rosa María recuerda las rolas que a ella la marcaron, todas felices dice, porque las otras, las trágicas no le gustan. En su lista están El Noa Noa, Siempre estoy pensando en ti y Querida.
“Más que nada yo tengo recuerdos de mi abuelita, de mi mamá, uno como generación posterior a eso también vivimos con las canciones de Juan Gabriel pero las más recientes, las primeras mi mamá o mi abuelita eran a las que les gustaba”.
Una calle más adelante, Martín García, trabajador de un estacionamiento y con sombrero en la cabeza dice que cómo no se va a sentir la ausencia de Juan Gabriel y recordó la canción que alguna vez -previo a soltar una carcajada- dedicó a una muchacha: Esta noche voy a verla.
Comprando unas frituras están dos periodistas chilenos, Catalina y Pablo, quienes tuvieron la suerte de presenciar el acontecimiento en el país de Juan Gabriel.
“Es vivir el duelo de una nación y a la vez para nosotros como chilenos Juan Gabriel ha estado en todas las clases sociales de chile presente Juan Gabriel en las casas desde el Noa Noa también lo hemos homenajeado un poco, ha sido súper importante para nosotros estar acá y también ver la forma de cómo tratan el tema acá”.
Basta salir a la calle y preguntar para que cada persona cuente el pedacito de mundo que compartió con Juan Gabriel y que hoy recordará gracias a su legado.
cvtp
