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San José.— Cuando Juan Gabriel se enteró a finales de 2015 de que la Orquesta Filarmónica de Costa Rica organizó un homenaje a su música, envió un mensaje de agradecimiento por correo electrónico al costarricense Marvin Araya, director de esa agrupación. Tras observar en internet los videos del concierto de tributo que le rindió la Filarmónica en noviembre del año pasado, Juan Gabriel transmitió otro mensaje a Araya para pedirle un favor: “Llévenme, yo quiero volver a Costa Rica”.
“Juan Gabriel nos dijo: ‘Invítenme para cantar con su Orquesta Filarmónica, para mí sería un gusto’. Pero no pudimos traerlo”, cuenta Araya en entrevista con EL UNIVERSAL.
Araya buscó a Juan Gabriel para pedirle autorización de reproducir su música. “Y la sorpresa mía fue que más bien nos contestó y nos dijo: ‘Estoy orgulloso y muy agradecido con el tributo que me han hecho’. Realmente estaba muy conmovido”.
El director recordó que cuando leyó el correo al público que, por tres noches consecutivas atiborró el teatro, “la gente reaccionó fascinada”.
Al enterarse de que Juan Gabriel falleció, Araya dijo que “la buena música no pasa nunca de moda. Tchaikovsky, Beethoven, The Beatles… Juan Gabriel viven durante décadas y décadas y por generaciones”.
La Filarmónica, adujo, “rindió ese tributo anticipado” sin pensar en que iba a fallecer.