Ana Contreras es una cantautora mexicana con 25 años de carrera y cuatro discos en su haber, pero gusta pasar por la vida de la manera más disimulada.
En un festival realizado en Acapulco hace algunos años Ana estaba incluida en el cartel y una reportera preguntó por ella. El evento, recuerda, “era de gala”.
La reportera se sorprendió al verla, no creía que esa mujer vestida de los más “normal” y actitud desenfadada fuese la cantante que esperaba entrevistar, acostumbrada a las atuendos y colores llamativos de los artistas. Se disculpó.
Pero Ana lo tomó con calma y le dijo algo para tranquilizarla: “No me hagas un halago hasta que no me escuches”. Y así se ha ganado varios miles de seguidores.
El próximo 15 de octubre llevará su recital de trova “Del poemario al escenario” al teatro Hipódromo Condesa de la Ciudad de México. Es un paseo, dice, por “música de la peña de los 70”, con influencias de cantautores como Peteco Carabajal, Facundo Cabral (Argentina), Silvio Rodríguez, Carlos Puebla (Cuba) y los mexicanos Álvaro Carrillo, Manuel Esperón y, por supuesto, José Alfredo Jiménez.
“Hacemos fusión de ritmos latinoamericanos: landó peruano, chacarera argentina, milonga, son cubano, sones huastecos, jaliscienses, veracruzanos...”, detalla en entrevista.
Ana Contreras promueve actualmente su disco “Oráculo”, que incluye temas con títulos igual de relajados: “Hágalo de vez en cuando”, “Bichos raros” y “Estamos a tiempo”, entre otros.
Su música, dice, es un producto imperfecto, un producto humano, pero eso sí, “muy sincera”. Es una mezcla que nace de la interacción con el público, donde a la hora de estar en el escenario puede resultar cualquier cosa, concluye.