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Mane de la Parra tuvo formación como futbolista así que el amor al deporte está impregnado en su piel. Es por eso que le parece vergonzoso que la única medalla (de bronce) que México ha ganado en los Juegos Olímpicos sea para un atleta que tuvo que buscar la forma de pagar sus entrenamientos mediante un “boteo”.

Misael Rodríguez se consagró en el box, pero para el cantante falta a los dirigentes dar una explicación. “Hay un presupuesto en este país de miles de millones de pesos dedicados a eso, algo ahí en la parte política no está funcionando. No es una cuestión de la delegación mexicana sino de los administrativos y los gobernantes de esa parte. No puede ser que hay muy buenos atletas y algo pasa”, contó quien refirió siempre apoyar a los deportistas.

Aunque comenzó en la actuación para promover su música, Mane ha encontrado el gozo por un oficio que lo ha hecho auténtico. Acepta que fue muchos años después de esos inicios que sintió la necesidad de prepararse más, entenderla y disfrutarla, lo que ahora lo hace querer mejorar.

“Antes me peleaba mucho con que me conocieran más en la actuación, ya no. Termino siendo un artista que compone, que canta, que baila, actúa, hace cine y teatro musical. Ahí está el reto, hacer la mejor versión de ti y si la gente te conoce por tus canciones o por tu película, qué bendición. Deja que la vida te sorprenda”.

Ese pensamiento le ha dado diversas oportunidades en las telenovelas, las series (pues prepara un proyecto para enero) y el cine, ya que en diciembre estrena el filme Juan Apostol, que representa su segundo protagónico y la cual grabó en España.

“(No podía sonreír) Y es divertido también, no cuando estás filmando. Es un personaje que requirió subir mucho de peso y eso es lo bonito del arte, que te impulsa a cosas que no estás ni preparado o tenías pensado hacer”.

Ahora se enfoca en el lanzamiento de su EP Girando, en el que invitó a Jorge Villamizar, Francisco Céspedes y Julión Álvarez en fusiones con otros géneros porque su límite es el cielo.

Después de años como músico independiente se unió a las filas de Warner Music con la intensión de crear un álbum accesible para sus fans, por lo que ocho canciones harían que el pago a los autores no elevara el precio.

En su carrera pasó por cuatro años y medio cantando en bares, subiendo alguna canción a YouTube o esperando a que la compraran en Itunes.

“Subes, bajas, caes, te levantas, vuelves a reinventarte, decides hacer o no una canción. De eso va girando”.

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