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cristina.pineda@eluniversal.com.mx
A Moenia no le importaron las consecuencias de ser ambiciosos. Al principio, dijeron los integrantes del grupo, sorprendieron a las compañías disqueras con la solicitud de un permiso para utilizar algunas canciones de su catálogo, proceso que les tomó dos años.
“Los dueños nos dicen ‘¿qué están haciendo? Esto no es normal’”, reconoce Alex Midi.
Su proyecto es algo que, aseguran, el menos en México, no se había intentado mucho.
“Dijimos ¿por qué no? Intentemos hacer un proyecto donde canciones de Moenia tengan pequeñas canciones fantasma. Hacer covers es muy fácil, pero no lo es tanto conseguir permisos de autorías porque tienen que ver caso por caso”, agregó Midi.
En su disco Fantom (a editarse en septiembre), Moenia tomó una parte de los éxitos de otras agrupaciones conocidas para acomodarlas en sus temas inéditos.
Aunque el cantar a Timbiriche al principio no agradaba a su vocalista, Alfonso Pichardo, al final aceptó el concepto que también incluye al cantante Aleks Syntek.
No revelarán el nombre de las canciones o quienes las interpretan porque, explican, para que el público trate de reconocerlas.
“Queremos jugar con eso”, dicen.
Debido a que tardaron más de dos años en completar el álbum, debido a los permisos para usar las canciones, el proceso más natural fue apoyarse en redes sociales para lanzar sencillo por sencillo, aunque ellos continúan con la visión romántica del disco físico.
“Aún tenemos la esperanza de los álbumes, del concepto que puedas escuchar un disco completo desde la primera canción a la última, pero creemos que eso es cada vez es más difícil en la era de los sencillos, que cada quien arma sus playlist porque somos así”.
Pioneros. En 20 años sus integrantes han mezclado el presente con el futuro, pues se dicen pioneros de la electrónica en México, género al que nadie le tenía fe. Ahora gracias a ella se generan millones de dólares a nivel mundial y se vive un auge de festivales y aceptación con sus grandes exponentes.
“La música electrónica es un árbol con muchas ramas. Hay mucho camino porque hay mucha oportunidad de creación y de no limitarte a lo que ya existe, son tendencias que van y vienen. Nosotros hemos respetado el uso de una letra para tener algo más que decir que conecte a nivel emocional, captar la atención y meterte a la cabeza de mucha gente”, explica Midi.
Para ellos lo mejor que se puede aprovechar es el uso de la tecnología para crear sonidos nuevos, arreglos y texturas. La evolución, aseguran, se les nota desde la forma de hablar hasta sus letras. Y no había una mejor acompañante para la sensualidad que conlleva su tercer sencillo, “Prohibido besar”, que María León, cantante de Playa Limbo.
“Ha sido una experiencia colmada de aprendizaje, buenos momentos. El día que grabamos el dueto nos reímos; me encanta el concepto de match ups con canciones originales y salirme de la zona de confort al cantar un género diferente, aventurarme en algo”, dice María.
La química y el cariño entre ellos es sincera, así como la relación que se ha afianzado.
“Hemos estado hablando de lo que es sobrevivir en una industria donde se van quedando nuestros colegas de época atrás y es muy triste ver eso, pero a la vez reconfortante. Crece una nueva fe en la música y en el medio cuando ves que se agradecen las colaboraciones y que se abren a intrusos como yo en este género”, complementa León.
Pichardo reconoce a la canción como una manera de hablar de esos gustos prohibidos que a veces se dan, que están en un nivel de tensión que se desea consumar, pero no se puede.
Moenia prepara también cambios estéticos en la gira Fantom, que próximamente llevarán al extranjero y esperan llegar a un recinto grande en la Ciudad de México.