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Después de dos años del lanzamiento de su tercer disco Si Dios quiere yo también, título que también da nombre a su tour, Amaia Montero se reencontró con el público mexicano la noche del jueves en el Plaza Condesa, donde la recibieron con calidez y euforia.
A las 21:15 horas comenzó el reencuentro con su público, que la recibió efusivamente en cuanto los primeros acordes de “Contigo no me voy” se escucharon y ella apareció con su melena rubia suelta y vestida con un conjunto negro.
“Fuiste algo importante” y “Deseos de cosas imposibles”, éxitos de su etapa como vocalista de La Oreja de Van Gogh, fueron los temas que siguieron y causaron emoción, por esa mirada al pasado, a la cual respondió el público coreando cada estrofa que Amaia cantaba.
“Buenas noches México, cuánto tiempo esperé volver algún día, Dios quiso y yo también, es una noche especial en un lugar especial, vamos a olvidarnos de todo y vivir este momento porque nos lo merecemos”, expresó Amaia antes de dedicar la canción “Darte mi vida” a México.
“Muñeca de trapo”, “Cuando canto”, “Rosas”, “Todo corazón”, “Imposible”, “Caminando” y “Yo a ti también” fueron los temas que siguieron en este concierto, que logró el equilibrio perfecto entre los inicios de Amaia Montero como cantante de una agrupación y su actual etapa como solista, que tiene en su haber tres discos de estudio. “Para mí es importante presentar a mi banda, es que son mis amigos”. Preguntó a la gente si podía hacerlo y el público respondió positivamente.
Después de interpretar “Tu mirada”, “Quiero ser”, “Azul eléctrico”, “La playa” y “Los abrazos rotos”, la española intentó despedirse: “Como dice la canción, no tengo palabras para agradecer este momento, los quiero a todos, hasta siempre México, gracias”, dijo para después interpretar “Palabras”. Regresó y cerró con “Inevitable” y “Puedes contar conmigo”.
Luego de ir de esquina a esquina saludando a sus fans, Amaia se tomó una selfie y dijo adiós definitivamente, terminando de esta forma un concierto de casi dos horas.