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Aterciopelados tiene respuesta a la pregunta, ¿por qué siempre son los mismos talentos los que encabezan el cartel de todos los festivales de música? Los músicos cuentan lo difícil que es sobresalir ante la afluencia de grupos de buen nivel, con carisma o gran imagen, además de estar en el lugar y el momento indicado, con difusión, insistencia, talento y creatividad.

“Tiene harto que ver con el auge de lo urbano, hay menos espacios. Cuando empezamos toda esa época de los 90 había muchos espacios para el rock latino. MTV era un gran canal y había una cantidad de programas especializados en Latinoamérica. Las emisoras estaban súper dispuestas a tocar producto local y latinoamericano. Me parece que ahora es súper difícil sonar en radio y un headliner no sólo se hace con buenas canciones, se hace con que lo pongan en radio y todo el mundo lo mire; se empieza a hacer famoso, ¿será eso? Igual no me gusta eso del headliner porque es mucha presión”, dice la vocalista Andrea Echeverri.

El problema no es el posicionamiento, pues de acuerdo con la revista Pollstar, Ocesa ocupa el tercer lugar en la venta de boletos a nivel internacional, lo que demuestra que es un buen año para los conciertos en México. Hay cada vez un mayor número de festivales, casi todos en la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara y pocos los músicos que crecieron a la par.

Para Gustavo Santaolalla, productor de grupaciones que ahora son las cabezas de cartel de los distintos festivales, se vive un momento de caída en las propuestas donde han salido pocas y aisladas, como Carla Morrison. “Pregúntale a los de Coachella si no tienen un problema de headliners que tienen que hacer un festival con The Who y Bob Dylan”, dice entre risas.

“Lo que siento es que ha habido un momento de transición y una primera movida que fue Maldita Vecindad, Café Tacvba, Caifanes con grupos más pequeños como La Lupita o Santa Sabina. Después hubo un agujero; hay años en que no pasaba nada y ahí salen todos juntos Control Machete, Molotov y Julieta Venegas, tres cosas distintas pero con propuestas buenas. Estamos viendo otra vez ese agujero, pero eso se va a llenar con nuevos talentos”.

En un gran año para el rock hay más bandas que nunca que se pueden descubrir en las redes sociales, pero Alejandro Tavares, creador del festival Rock x la vida, considera hay que trabajar en esos nuevos headliners.

“El desarrollo del talento mexicano es la parte donde cojeamos. Hay bandas que siempre encabezan pero hay otra generación medio perdida de las que pudieron ser y no llegaron a ser (Jumbo, Kinky), hay que promoverse independientemente, trabajar en redes sociales ya sin el sponsor de las discográficas. Ahora se consume la música de manera diferente y la problemática es cómo hacer que esas bandas que llaman a mil lo hagan ya no digamos con 50 mil sino a 6 mil personas”.

El mercado es mejor a pesar del aumento de dólar, piensa Óscar Flores, organizador del festival Pa'l Norte. Sin embargo no todo es bueno ya que en Monterrey, donde se desarrolla, hay mucha demanda.

“Salen empresarios que si un artista vale 100 pesos le ofrecen 400, entonces el artista se va con quien más dinero le de. Eso ocasiona que suben los boletos, que no se venden y luego el propio artista es quien no se quiere bajar del precio porque alguien ya se lo pagó”.

Alfonso Muriedas, quien interviene en los festivales NRMAL y MUTEK MX no se complica y dentro de su fórmula está no tener carteles que se basen en headliners porque el público compra el boleto para verlos a todos y de esta manera no se terminan las opciones.

“Creemos que todos los artistas del cartel deben vender boletos, y no, debe salir de todo un completo. La problemática es que a esos artistas no se les abran las puertas, el subir a una tarima más grande o en el póster para que los reconozcan. Hay muchos que son por falta de consistencia porque desaparecen, en dos años ya no existen y se perdió esa apuesta”.

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