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El presidente Barack Obama celebró hoy con la banda mexicana Maná su última fiesta por el Cinco de Mayo en la Casa Blanca, en la que reconoció estar "frustrado" por no haber logrado firmar una reforma migratoria y pidió luchar por ello con una "participación histórica" en las elecciones de noviembre.
La fiesta que conmemora la batalla de Puebla (México) de 1862 motiva desde hace años una recepción anual en la Casa Blanca, y Obama quiso despedirse de la tradición al ritmo de Maná, que tocó siete de sus grandes éxitos ante decenas de personas que bebían margaritas en la Sala Este de la residencia presidencial.
"En mi último Cinco de Mayo en la Casa Blanca, en compañía de este extraordinario grupo, quiero recordar a todo el mundo todo lo que hemos conseguido (en mi Presidencia)", dijo Obama.
El mandatario no asistió al concierto de Maná, pero elogió su "increíble actuación" de más de media hora, que comenzó con el éxito "Labios compartidos".
"Para nosotros, mexicanos de Guadalajara, es un honor y un sueño estar aquí tocando para latinos en la Casa Blanca", dijo Fher Olvera, el cantante de la banda ganadora múltiples Grammys.
El vocalista intercaló varios "¡Viva México!" a medida que la banda desgranaba su repertorio, pasando por "En el muelle de San Blas" y "Mariposa traicionera", que el cantante definió como una oda "a esas mujeres mexicanitas a las que amamos tanto y que nos ponen los cuernos".
Después de tocar "Vivir sin aire", "Dónde jugarán los niños" y "Rayando el sol", el público pidió un bis y la banda accedió con "Corazón espinado", el tema que popularizaron junto a Carlos Santana en el año 2000.
Entre el público estaban el productor cubano Emilio Estefan, la recién confirmada embajadora de EU en México, Roberta Jacobson; el secretario de Trabajo, Thomas Pérez, y el congresista demócrata Joaquín Castro, de origen mexicano.
El cantante de Maná, que ha sido muy crítico con el aspirante presidencial republicano Donald Trump, se mostró esta vez más comedido y se limitó a pedir a los latinos que dejen atrás la "flojera" y salgan a votar en noviembre.
"Los latinos pueden mover la balanza de la Presidencia", dijo a los periodistas Olvera, que en otoño recorrerá Estados Unidos junto a Maná en su gira "Latino Power Tour", dedicada a alentar el voto latino en las elecciones generales.
Pero antes de abandonar la Casa Blanca, reconoció: "Yo creo que Donald Trump no nos hubiera invitado (de llegar al poder)".
cvtp