En Estados Unidos hay un nuevo ADN que no puede dejar de lado la parte latina como parte de un movimiento. Para el productor argentino Gustavo Santaolalla los estereotipos de las congas y los sombreros se volvieron obsoletos y ahora se reconoce el verdadero talento.
"Con personas como González Iñárritu, Cuarón, Del Toro o Lubezki el mundo se empezó a asomar y los norteamericanos se dieron cuenta que la realidad latina es diversa y que puede enriquecerlos de otra manera. Eso va a ocurrir cada vez más, vemos en los premios el impacto que tiene lo que estamos haciendo", explicó durante una conferencia de prensa dentro de la FIMPRO, en Guadalajara.
En su plática habló de su búsqueda de artistas que presenten algo diferente y original; para él está bien que en el proceso de aprendizaje se copie, pero no para la creación de una visión artística. Así también recordó algunas experiencias, como cuando se llevó su primer premio Oscar pensando que no iba a ganar hasta que cambió su mentalidad.
"En Estados Unidos pasé años muy difíciles, fueron ocho años de pasarla muy duro. Abría la heladera y había eco, además con una hija recién nacida durmiendo en bolsa y tuve oportunidades de hacer otras cosas, pero nunca me salí de mi plan. Un día las cosas empezaron a pasar y cuando llegué a los grandes reconocimientos pensé que lo que hacían era obligarme a continuar esa visión que siempre he tenido porque si llegue ahí fue por eso", agregó.
Como todo artista ha tenido dudas y momentos de inseguridad, pero es un convencido que en el trabajo el 80 por ciento es transpiración y el otro 20 inspiración. Uno de sus grandes orgullos, confiesa, es hacerle ver a lo establecido que nueva música "alternativa" también podía ser exitosa y volverse comercial.
"El éxito nunca lo he vivido como algo que tenga que ver con la fama y las luces, el éxito lo vivo como la conexión que se estableció con una gran cantidad de gente. Lo he visto (en otros) y nunca entendí como a veces los logros convierten a la gente en necia y en una especie de tonto que trata mal a otros o tienen actitudes que no sé en base a qué se forman; tiene que ver con lo que aprendes de tus padres de chico y de que uno debe estar bien parado".
Con las nuevas tecnologías ahora los nuevos talentos pueden ser independientes y crearse nuevas oportunidades dentro de la industria musical.
"Hay una realidad diferente de cuando yo empecé. Primero había que tocar más o menos bien porque no había cosas para arreglarlo, tenías que llegar al estudio con las cosas armadas y grabábamos en cinta de cuatro canales, también llegué a grabar en dos canales, que fue lo mínimo, y después 16 y luego 24.
"La tecnología siempre estaba en manos de algunos y era muy difícil acceder, hoy eso ha cambiado y cualquiera puede hacer una grabación digna en su casa. Con las redes sociales lo que podemos comunicar es maravilloso porque hay cosas alucinantes, pero es tan basto y enorme que qué difícil es identificar a donde ir para encontrarlo".
Actualmente se encuentra en el proceso de producción de un próximo disco con Café Tacvba, quienes acaban de celebrar los 27 años desde que alguien pagó por verlos en vivo. Además habló de los proyectos en los que se encuentra trabajando como hace dos años la versión musical de la película El Laberinto del Fauno, de Guillermo del Toro, que en la parte musical está prácticamente terminado aunque falta llevarlo al escenario. También trabaja junto con el cineasta mexicano en el sonido ambiental de una muestra dentro del Museo de Arte de Los Ángeles.
El reconocido productor confesó que en los últimos años ya no produce tanto más que contadas ocasiones porque ya ha realizado más de cien discos, aunque con la agrupación a la que pertenece Bajofondo está a punto de cerrar otra asociación con Sony Music.
"Hoy es un gran momento para hacerse independiente y lograr cuando se puede una distribución de la compañía; yo recomiendo ser los dueños del master para tener el control hoy que existe más posibilidad de autogestión".
cvtp