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cristina.pineda@eluniversal.com.mx
Cuarenta y cinco años de trayectoria son los que han consagrado a Lupita D’Alessio y este aniversario era digno de un festejo. Por eso el Auditorio Nacional una vez más retumbó con su potente voz, en donde la cantante se lució y fue aplaudida de pie junto a invitados como Aida Cuevas, Napoleón o su hijo Ernesto D’Alessio.
La cortina roja que tapaba el escenario se deslizó y los músicos, acompañados de media orquesta sinfónica, tocaron algunos acordes de sus canciones más exitosas cercanas las 20:33 horas. Los focos blancos simulaban una noche estrellada. En un vestido rojo, Lupita salió y mandó besos en señal de agradecimiento y comenzó su repertorio al ritmo de “Punto y coma”, “Vieras cuantas ganas tengo” y hasta bailó con “Juro que nunca volveré”, donde dijo sus primeras mentadas como parte del tema y dirigidas a los hombres.
Así continuó con “La diferencia”, en donde estuvo acompañada por su primera invitada Aída Cuevas.
Entallado en un traje negro con corbata gris Napoleón cantó junto a ella “Se vende esta casa”, ya que él es el compositor. “Felicidades y gracias por dejarme cantar contigo”, le dijo cuando ella le confesó su amor.
A Juan Gabriel lo recordó con “Inocente pobre amigo” y los éxitos siguieron de la mano de “De parte de quién”; su mano fue directo al corazón cuando al terminar el público se puso de pie para aplaudirle.
“Gracias por su fidelidad a mi música en estos 45 años, los amo con todo mi corazón. Gracias”, expresó antes de “Lo siento mi amor”.
Los gritos no se hicieron esperar cuando su hijo Ernesto D’Alessio la acompañó en “Como tú”.
Para el final dejó “Qué ganas de no verte nunca más”, “Ese hombre”, “Acaríciame”, “Mentiras” y “Mudanzas”, con la que dijo adiós, pero ante los gritos regresó al escenario para cerrar su show a las 22:10 horas con “Te estás pasando”.
