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A siete años de la ruptura de Bersuit, una de las bandas argentinas más polémicas de las últimas décadas, el cantante y compositor Gustavo Cordera vuelve con una visión más entusiasta y propositiva en la cual , describe, construye un nuevo sendero con base en el fracaso. Cordera menciona que a raíz de la separación de su antigua banda se reencontró consigo mismo.
“Con la Bersuit teníamos mucho éxito, estaba funcionando todo muy bien; ganábamos mucho dinero, ¿quién puede abandonar ese lugar? Yo necesitaba hacerlo”, dice el cantante.
Para el intérprete de “Ansiedad de buscar” este proyecto muestra la revitalizante experiencia de fracasar. ”Construimos todo este éxito de La Caravana Mágica, por decirlo de alguno manera, sobre la fuete del fracaso”, dice El Pelado, como se le conoce en el medio del rock.
En esta nueva faceta, Cordera revela que quiso renacer a través de la música, pues dice que entre sus mayores hazañas está el haberse atrevido a morir, musicalmente hablando, y volver para construir de nueva cuenta sus ideales. “El éxito no es buen lugar para un artista; un artista debe desafiarse y provocarse, salir de su propia confort si quiere encontrar su fuente y fuerza de creatividad”, destaca.
Actualmente, el originario de Avellaneda, Argentina, se encuentra en un momento espiritual. Su inclinación por la naturaleza, la ecología, el chamanismo y el ocultismo le han llevado a componer ciertas canciones. “Estamos empezando a tomar contacto con un nuevo ser humano. Cada vez más se están encendiendo focos de conciencia en todos lados, nuca fuimos tan conscientes como en este momento”.
El cantautor, que se presentará en el Vive Latino, ha externado varias veces sus preocupaciones sociales. En octubre celebró un concierto en México, donde hizo hincapié en los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. “Nadie ha querido colaborar, pocos han querido darle luz a esta matanza”, reflexiona.