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En la hora y media que duró la entrevista, Andrea Echeverri no soltó la taza de café con leche que sostenía en la mano izquierda. Ni cuando Pecas, su perra springer spaniel, saltó sobre el sofá para que ella la consintiera.
Andrea solamente dejaba el recipiente entre sus piernas y liberaba sus manos grandes de dedos largos y delgados para llevarlos a la cara en señal de preocupación cuando hablaba de todo lo que la agobia: de la sexualidad desatada en la sociedad, de la violencia contra las mujeres, de la forma como se comercia con el cuerpo femenino, de la falacia de la farándula, del estado del medioambiente, de la llegada a la menopausia.
Es que a los 50 años (los cumplió el pasado septiembre), Andrea es consciente de que atrás quedó la rubia teñida, de pelo corto, que se convirtió en el ícono femenino del rock colombiano de los 90 —quizá no sea exagerado decir de la historia musical del país—, como la cara visible de una de las agrupaciones más importantes en Colombia.
A partir de ese momento, la banda, liderada por ella y por Héctor Buitrago, su novio de entonces, dejó de llamarse Delia y los Aminoácidos para conformar Aterciopelados.
Pero cualquier recuento histórico de lo que representa Aterciopelados es redundante. Lo interesante es hablar de su presente, de Reluciente, Rechinante y Aterciopelado, su nuevo trabajo musical, que será lanzado el 22 de abril. “La idea surgió luego de nuestra reunión para Rock al Parque de 2014. Héctor y yo llevábamos tres años distanciados cuando Sony nos propuso que hiciéramos este DVD, que fue un reto porque era mezclar la energía de un concierto con la perfección de un disco de estudio”.
¿Cómo es Andrea a los 50 años?
Tengo 50, y entonces la menopausia está brava; además, tengo una hija adolescente, que es duro, es fuerte. Y también hay una crisis en el planeta, porque hay unas vainas (asuntos) muy raras pasando. Entonces soy una Andrea crítica. De pronto por allá en los 90 uno era más ingenuo y creía más en muchas cosas. Creo que ahora uno es más escéptico.
Sus bases están en el rock; ¿cree que este está en extinción?
No creo que esté en extinción. Tampoco es que yo sea muy de géneros, porque no es que nosotros seamos así el rock, pues. Tenemos ahí nuestro perrenque (potencia), pero tenemos también cultura popular. Hay que apostarle a ser uno mismo, y a hacer lo que su mercé tiene ganas.