Los amantes del heavy metal estuvieron de fiesta este jueves, dos de sus más grandes exponentes, Iron Maiden y Anthrax llegaron a México para hacer vibrar el Domo de Cobre, en un show con el que las agrupaciones demostraron que en la ciudad no sólo reina el pop y el rock.

Durante casi tres horas el Palacio de los Deportes recibió los estruendosos riffs de guitarra, acompañados de la batería y la poderosa y inconfundible voz de Bruce Dickinson.

Desde que cayó la noche, los más de 20 mil 600 fans no tuvieron que esperar tanto para escuchar los primeros acordes de metal, pues poco antes de las 21:00 horas Joey Belladonna, Scott Ian, Frank Bello y Charlie Benante integrantes del grupo Anthrax ofrecieron un pequeño repertorio con el que encendieron los ánimos de los presentes por casi una hora.

Tras este show siguió el turno de los esperados de la noche, Iron Maiden, quien con su show, consiguió transportar a su público al paradisiaco Chichén Itzá.

Y es que su espectáculo estuvo cargado de referencias a este sitio y a la cultura maya, con la cual el grupo rindió homenaje a dicha civilización.

En el escenario la banda recreó una selva maya con todo y pirámide y ante los pies de esta comenzó su recital con temas como "if eternity should fail", "Children of dammed" y "Speed Of light".

Luego de dar una cálida bienvenida a sus fans con un "Hola México, es maravillosos estar aquí con ustedes, gracias por venir", la banda integrada por Bruce Dickinson, Dave Murray, Adrian Smith, Janick Gers y Nicko McBrain continuó su recital con "Tears of a clown" y "The red and The Black".

Como es costumbre, Eddi tje head, (el esqueleto mascota de la agrupación) no pudo faltar y para esta ocasión venía vestido para la ocasión, con indumentaria maya.

Cada estrofa era entonada como un himno por sus seguidores, la mayoría de ellos vestidos con pantalón y playeras negras y largas cabelleras que movían conforme la canción de los pedía.

Tras interpretar "Dead of glory" y "The book of The souls", llegó uno de los momentos más vibrantes de la velada, cuando Dickinson, recordó que México está constituido de muchas culturas que ya no existen pero que hacen que hoy sea el país que es.

Este momento provocó que los presentes gritaran y alzaran los puños, mientras que otros grabaron el momento para la posteridad.

En los más de 20 temas con los que la banda inundó de metal el escenario también estuvieron "The trooper", "Fear of The dark" y "The Number of The beast", uno de los más aclamados de la noche.

Antes de despedirse Iron Maiden no se pudo ir sin interpretar "Blood brothers" y "Wasted years".

sc/rad

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