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A la izquierda el Mar Caribe. A la derecha La Habana, capital del país que ha vivido más de medio siglo bajo el régimen comunista. Y al centro, sus Satánicas Majestades. “Hola Habana, ¡buenas noches mi gente de Cuba!”, exclamó en español Mick Jagger, líder de la banda Rolling Stones al iniciar su primer y único concierto gratuito en Cuba, la noche de ayer.
“Esta será una noche inolvidable”, agregó el vocalista.
Junto con Jagger, el guitarrista Keith Richards, el bajista Ron Wood y el batería Charlie Watts, abrieron fuego con “Jumping Jack Flash”, acelerando el corazón del casi medio millón de fans estimado por los organizadores.
Todos ellos, que llevaban décadas de insatisfacción rockera (como dice la canción de los Stones), tuvieron por fin su oportunidad para rendir pleitesía a la banda más longeva del rock.
Desde horas antes, muchos aguardaban para ocupar el mejor lugar en Ciudad Deportiva, un gigantesco escenario al aire libre en el sur de la isla.
Cuando se permitió el acceso al lugar, la gente corrió ante la sorpresa de algunos que esperaban que hubiera un mejor control por los organizadores.
“Pensé sería como en los DVD que he visto, ordenado”, dijo un joven cubano, en un video difundido a través de redes sociales y firmado por Cubanet.
Entre el público había de distintos países, como Ecuador, portando además playeras de los grupos Iron Maiden y The Beatles.
La lengua larga, indisciplinada, desafiante, roja, de los “estón” puso a bailar a los cubanos. Atrapados por el reto, los cubanos también le sacaron su lengua a la insatisfacción.
“Estos son los otros aires en Cuba”, dijo la cubana Kenia Cobas.
“Son los nuevos aires. Este es un acontecimiento histórico y oportuno, por esos aires históricos que se están viviendo en Cuba. Le dimos la bienvenida al presidente de Estados Unidos y ahora a los ‘rolin estón’. Eso es mucho en muy poco tiempo en Cuba”, explicó al recordar la visita que Barack Obama realizó del 20 al 22 de este mes.
Una gran pantalla central seguía los movimiento de los roqueros, mientras que había otras pequeñas donde sobre un fondo verde podía leerse “Bienvenidos a La Habana”.
El verticalismo de la revolución socialista que se instaló en 1959 prohibió a los cubanos escuchar a bandas de rock. Hasta las 21:00 horas se esperaba la presencia de Entrevoces, agrupación cubana.