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Clínica de Periodismo
La fusión de talentos inició cuando Caloncho escuchó hace un año cantar a Mon Laferte; sintió que su piel se enchinaba hasta la punta de su cabeza y pensó que tenía que hacer algo con la chilena, así que la invitó a participar con él en un concierto, todo salió y decidieron dar un paso más grande que se llama Mon La Fruta, la gira que realizarán juntos.
Su primera parada será en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México los días 13 y 14 de febrero.
Para Mon Laferte, haber llegado al lugar donde está le ha costado, pues, dice, se ha dedicado mucho tiempo a la música y fue hasta hace unos pocos años que su propuesta comenzó a escucharse.
Fue precisamente en México donde encontró el apoyo que necesitaba, cosa que no tuvo en su país y que hasta el momento sigue sin tener.
“Cuando Mon buscó apoyo en los medios y ninguno le respondió, se dio cuenta de que ella era la única que podría hacerse escuchar, así que comenzó a tocar en parques. Al principio eran sólo 10 personas las que la escuchaban y poco a poco fue aumentando el número de espectadores, hasta que llegaron a ser 100, lo que la emocionó bastante porque se vio que el amor por la música y su constancia estaba rindiendo frutos”.
Pero la artista recuerda que aún no se encontraba con ella misma ni con un estilo propio. “Sabía que quería hacer música, pero no realmente qué”.
Fue hasta que llegó su disco Vol. 1 donde se encontró y supo cuál era su estilo y el camino que quería seguir.
Por eso, a todos aquellos que comienzan su camino por la carrera artística, Laferte acoseja: “Nunca olvidar el amor por la música”.
En el caso del mexicano Caloncho la estrategia fue diferente; el músico cuenta que armó su propio equipo con amigos, reconociendo las cualidades que tenía cada uno, y lo más importante es que creían en él, sabía qué era lo que quería tocar y la afinidad por la música de la isla y la ranchera, por lo que lo ayudaron a crear lo que escuchamos como Caloncho.
Ahora, para ambos presentarse en el Metropólitan significa un aliciente para querer más y ofrecer lo mejor de ellos y su música, que es lo que los mueve y debe mover a todo músico.