erika.monroy@eluniversal.com.mx
Ninguno de ellos mide más de 1.47 metros , algunos ya son profesionales, tanto que hasta traen zapatos especiales, otros simplemente se dejan llevar. Pequeños artistas (todos menores de 14 años) van en busca de una oportunidad de protagonizar el nuevo musical de Billy Elliot, que produce Alejandro Gou.
Los directores de casting y miembros de la producción saben que no encontrarán al niño extraordinario que, como en la película, pueda hacer de todo: cantar, bailar, hacer acrobacia y, además, tener carisma y ángel.
“La gente de Nueva York y Londres me confesaron que ni siquiera ellos han podido encontrar a ese niño”, cuenta Gou. A pesar de la advertencia, el productor piensa positivo y sabe que no debe de ser tan exigente.
Y es que la selección del domingo pasado será una versión preliminar de sus protagonistas. Porque de los 10 niños que al final escojan, tendrán un año para poder prepararse en la academia Billy Elliot.
“Lo que queremos es que sean niños que tengan la habilidad de aprender, porque tendrán un año entero para prepararse”, explica James Kelly, quien es el coreógrafo que estará dentro de la producción.
Kelly comenta que las exigencias que tendrán los niños serán muchas, pues se trata de una empresa muy complicada.
“Le estamos pidiendo a un niño que soporte toda una obra. Es mucha presión y evidentemente es muy complicado”, agregó Kelly.
Alejandro Gou necesita 10 niños para alternar al protagonista de la obra que estrenará el próximo año y si no es en México (Veracruz y Monterrey) el productor viajará a Argentina y Cuba para encontrarlo.
Sin importar el tono de piel del niño, el productor está convencido que será una buena oportunidad de llevar la danza y la música al público.
Laura Morelos será la encargada de dirigir la Academia Billy Elliot. La bailarina reconoce que trabajar con niños es algo muy delicado.
“Están en una edad en donde las cosas que tu digas tienen un gran impacto en ellos. Así que se debe de ser muy cuidadoso en el trato”, comenta Morales.
Con la presión de poder conducir lo mejor posible el talento de los 10 menores, también esta la barrera del tabú respecto a la danza en varones.
“Esperamos que los papás de los niños no emulen al papá de la historia y no apoyen al talento de sus hijos, porque aún hay tabú respecto a eso”, dijo Morelos.
