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cristina.pineda@eluniversal.com.mx
Jesse & Joy afirman que entre ellos hay una competitividad sana, por lo que todos los días intentan sorprenderse el uno al otro y eso los ha llevado a límites como hermanos.
Su sueño comenzó a los 18 y 21 años, cuando acudieron a una disquera en busca de una oportunidad. Hoy, 10 años después, consideran que siguen siendo esos niños aunque con mayores responsabilidades.
“Somos dos personas distintas a hace 10 años, pero seguimos siendo esos niños a los que les hace ilusión subir a escena, que se les hace un nudo en la garganta antes de una rueda de prensa por estar nerviosos y no hemos perdido la capacidad de asombro, la adrenalina que hace que se disfrute la vida; hemos vivido emociones como en montaña rusa, pero no cambiaríamos nada, quizás unas letras chiquitas en los contratos”, expresó Joy.
Su hermano también complementó su idea, aunque de una forma más graciosa: “Tal vez nuestro cuerpo cambió y ahora tenemos más pelo en algunos lugares y menos pelo en otros”, dijo Jesse.
Uno más. Con un trabajo que también es su pasión, y que esperan dure toda la vida, presentan su disco Un besito más, título que honra a su padre que falleció hace casi dos años y en el que colaboran con Juan Luis Guerra, Alejandro Sanz y Tommy Torres.
“A nivel emocional esa canción fue demandante por las cuestiones sentimentales desde que la escribimos porque fue a unos días de que falleció. Era el momento más vulnerable en el que nos hemos encontrado en toda la vida, parecíamos Magdalenas: estábamos llorando, riendo, recordando a papi y no imaginamos lo difícil que era grabar y contar la historia, el cantarlo es igual”, indicó Joy.
Este material fue divertido de realizar porque experimentan con otros ritmos y en un momento íntimo lo compartirán en el Plaza Condesa el próximo 19 de febrero; después anunciarán el arranque oficial de su gira.
Jesse aprovechó para dar su opinión sobre la industria musical actual, la cual ha cambiado y ellos se han adaptado. “Creo que el momento de la industria musical está en una de sus mejores épocas porque no importa el formato, la música hace falta para la vida. Antes compraban el disco por una canción y tenían que pagar las otras, ahora tienen la opción de escuchar esa única canción y eso ayuda a cierto control de calidad.
“La gente no consume géneros sino buenas canciones, no hay un patrón de estilo de música y eso ha sido siempre aunque ahora con las plataformas se puede ver”, concluyó.
