Más Información
TEPJF batea impugnaciones contra convocatoria y "tómbola" de elección judicial; ordena al Senado regular juzgadores sin adscripción
IMSS Bienestar instala mesa para solucionar conflictos laborales; se compromete a pagar en un plazo no mayor a 4 meses
Alito Moreno se reúne con Julio María Sanguinetti, expresidente de Uruguay; buscan fortalecer lazos en América Latina
Inai busca participar en elaboración de leyes secundarias de Transparencia; “queremos incidir en la nueva legislación", piden comisionados
Detención de “El Cholo Palacios” clave para esclarecer Caso Ayotzinapa, afirma Alejandro Encinas; testimonio podría revelar paradero de estudiantes
A capella e improvisando los éxitos que le pedía su público es como terminó Ana Torroja el concierto que representó su regreso al Auditorio Nacional y que, además de ritmos, estuvo lleno de invitados como Paty Cantú, Leonel García, Ximena Sariñana, Carlos Rivera y Sasha, Benny y Erik.
A las 20:40 horas las luces del recinto se apagaron y los cinco músicos que la acompañaron hicieron sonar su instrumentación. Poco después la española salió desde en medio del público del primer piso y caminó hacia el escenario que estaba rodeado por unas plataformas de metal.
Con una blusa blanca y falda negra con adornos plateados brillantes entonó, entre aplausos, "La fuerza del destino", seguida por "Hoy no me puedo levantar" y "A contratiempo".
"Muy buenas noches, ¿cómo estamos? Es lo que me gusta de México, esa alegría, el calorcito y el apapacho que siente uno; no sabeis la emoción que siento, tanta que me cuesta hasta respirar por pisar este escenario otra vez y estar en México, en un país al que amo tantísimo. Quiero darles las gracias por haberse acercado esta noche", saludó y prometió hacer un viaje por los sentidos donde dejó a los asistentes sacar lágrimas, gritar, bailar o sentirse como en casa para "salir más felices de lo que entraron".
Sentada, puso voz a disculpa y luego todos corearon con ella "Cruz de navajas", uno de los tantos éxitos de Mecano. Con la emoción al tope siguió una nueva versión de su tema solista "Ya no te quiero" y al ritmo de "50 palabras, 60 palabras o 100" salieron de improvisto sus primeros invitados de la noche: Sasha, Benny y Erik, incluso fue su compañera de género quien la ayudó a arreglar su zapato.
Con "Amantes", "Maquillaje" y tres pantallas detrás, encantó junto a Paty Cantú en "Mujer contra mujer".
Tras toqueteos, acercamientos y estar agarradas de la mano, demostraron su química que casi terminó en un beso sorprendiendo a todos, al igual que el vestido de transparencias de Cantú.
"Amiga, gracias por invitarme. Esto es un sueño hecho realidad, el compartir contigo; te quiero", respondió la joven cantante ante el agradecimiento de Torroja.
Los gritos llegaron con "7 de septiembre", pues en los primeros acordes Carlos Rivera salió desde atrás del escenario para abrazar a la española y cantar a su lado mirándose en cada momento: "México ama tu voz, tu música y yo te amo", le dijo el ex de La Academia.
Un momento más tranquilo vino con "Aire" y todo lo contrario sucedió en "Ay qué pesado", donde Ana brincó en toda la canción.
"Qué tal ese aerobic, sigo en forma con quien sabe cuántos metros de altura bailando y saltando, estoy contenta", refirió al respecto aunque con la voz ligeramente agitada.
A falta de Aleks Syntek, que por trabajo no pudo asistir, su guitarrista la ayudó en su parte en "Duele el amor" y finalmente se despidió con la esperada "Un año más" junto a Ximena Sariñana.
Ante el pedido por más y con un cambio de ropa regresó a los pocos minutos para complacer con "Hijo de la luna", "Corazones" y "Barco a Venus". En una improvisación y escuchando a su público confesó sentirse tan feliz que les regaló las canciones que le pedían a capella, sin importar que algunas de las letras no las tenía tan frescas en la memoria. Así tocó el turno de "Soy", Sentía", "No hay marcha en Nueva York" o "Dalí".
"Admiro la sensibilidad enorme de Leonel García, me deja con algo en la garganta que no puedo seguir", expresó Torroja al presentar a su último invitado y con quién cerraría una noche llena de recuerdos con el sentimentalismo que conlleva "Me cuesta tanto olvidarte" al decir definitivamente adiós a las 22:50 horas.
jlc/rad