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cristina.pineda@eluniversal.com.mx
Ana Torroja confiesa que ya arrancó y pisó el acelerador para escribir su autobiografía, pero necesita tiempo que dedicarle y ahora no lo tiene ya que está de lleno en su gira que la ha conectado con México y otros países.
“Me divierte mucho escribir, me gusta y me han dicho que no lo hago mal por eso lo estoy haciendo”, dice.
En el libro planea enfocarse a su vida durante más de 30 años de trayectoria artística, por lo que aprovechará para contar anécdotas personales de Mecano y su carrera como solista.
“No es una autobiografía con fechas y lugares, es más la visión de los sentimientos, sensaciones y emociones a través de lo que me tocó vivir. Hablas de momentos difíciles que no se conocen porque soy bastante hermética en ese sentido”, explicó en entrevista.
Para ella el proceso de escribir sobre si misma se convierte en divertido, pues tiene momentos que recordar.
“Obviamente es una terapia, hay cosas que me dan ternura, otras que me sacan una sonrisa y es interesante pasar por ese proceso”, reflexionó.
Los últimos 10 años de su vida se ha convertido en una buena madre. A su hija Jara la llama como su “antenita”, pues ya tiene la edad de disfrutar de su trabajo y la mantiene alerta cuando en un paseo algún fan se le acerca.
“Es muy observadora como su padre. Voy andando y no me doy cuenta pero me dice: ‘alerta mamá, por tu izquierda’ y sí viene alguien a pedirte un autógrafo.
“(Mi fama) Lo lleva con mucha naturalidad porque también yo se lo he enseñado así, es una profesión como cualquiera otra sólo que es de cara al público y por eso la gente te saluda por la calle o te quiere pedir una foto. Siempre hay que trabajar e intento que cuando va a una escuela o conoce a alguien no se le trate de manera diferente por ser hija de… eso le haría daño”.
Un revivir. Con la intención de reposicionarse y porque reconoce que hay quienes no saben quién es Ana Torroja es que su último álbum Conexión le parece una carta de presentación de una artista en directo, que para ella es el momento de la verdad.
“Soy bastante crítica conmigo misma y no sale nada hasta que no le doy el visto bueno el 100% musical porque si tienes que defender algo debes sentirte orgulloso, no sabría defender algo que no me gustara, se me notaría”.
De esa chica que empezó con Mecano queda la ilusión por una profesión que llegó por destino y que le apasiona, así como las ganas de trabajar porque en su visión cada proyecto siempre es un comenzar; lo que abandonó son las inseguridades y los miedos aunque no su responsabilidad. “Pero ya sé bien por dónde y cómo pisar”, dice.
Aunque le costó un poco desprenderse de la etiqueta de la agrupación que la llevó a la fama, sabe que esas canciones no forman parte de su pasado sino de su presente ya que siguen trascendiendo generación tras generación, por eso las interpreta con un gran equipaje de experiencia.
Al lado de invitados como Ximena Sariñana, Paty Cantú, Carlos Rivera y Leonel García y otros más que se guarda como una sorpresa, pisará el Auditorio Nacional el 26 de noviembre.
“Es uno de los escenarios más importantes de México con un entorno especial; es un lugar donde yo creo que todo el mundo que viene quiere ir a hacer conciertos. Tiene un peso musicalmente y culturalmente hablando y me da ilusión volverlo a pisar”, explicó.
Amante de los retos, las aventuras y contar las formas de manera diferente es que se ha hecho de amigos que se subirán al barco junto a ella. “Es una de las cosas que llamo conexión, es lo que ha ocurrido entre los invitados del disco y espero que vuelva a ocurrir”.
