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Il Divo supo de la fama desde el inicio de su carrera. Sus integrantes rápidamente comenzaron a levantar suspiros entre las mujeres que se enamoraron de sus voces y también de su físico por lo que afirman que llevar 12 años con esa responsabilidad no ha sido cosa fácil.

Aún así, salen a la calle donde se toman fotografías si se los piden porque es parte de su trabajo. Prefieren no usar ningún tipo de seguridad y nunca se han sentido en peligro. Pero sí se incomodan cuando se invade su espacio personal, como cuando Sébastien Izambard lidió con una fan que se asomó por la ventana cuando estaba en el baño en un hotel.

Urs Bühler contó otra experiencia en ese tenor. “No es difícil para nosotros tener esta atención femenina, pero sí lo es para nuestras parejas. Ahora con las redes sociales especialmente en Latinoamérica me escriben ‘te amo, eres el más guapo del mundo’”, dijo ante la interrupción de su compañero David Miller: “ese soy yo”.

Entre risas el tenor suizo continuó: “Nosotros somos afortunados porque la mayoría de nuestras fans son respetosas y educadas. Aunque hay quienes saben en qué hotel estás, en qué cuarto y se instalan justo en el contrario al mío; eso ha pasado y puede ser un poco pavoroso porque están siempre donde tú estás y les tengo que decir que me dejen solo, que agradezco que disfruten mi música pero no tengo nada que hacer con ellas. A veces es absolutamente necesario”.

En su reciente visita a México platicaron con EL UNIVERSAL sobre el cambio de la industria discográfica, su aportación musical y su disco Amor & Pasión, que estará disponible el 27 de noviembre y está dedicado a Latinoamérica con temas como “Bésame mucho”, de Consuelo Velázquez.

En 12 años han tenido una evolución, ¿cómo la pueden definir?

Sébastien: Teníamos canciones clásicas que podían llegar a ser sexys pero ahora hay una mayor flexibilidad de ser nosotros mismos. Cuando estamos cantando canciones tristes o lentas no es lo que realmente somos porque nos consideramos muy activos. No es fácil expresar esos sentimientos arriba de un escenario. Es bueno para la audiencia que empiece a conocernos y no sólo vernos cantar dos minutos en la televisión, nos estamos dando el lujo de mostrar la personalidad divertida en cada uno.

Con tantos cambios, ¿cómo ven la escena musical actual?

Carlos: Han bajado las ventas, ahora todo es Internet, y quizás el público no está tan consciente de que piratear lo único que hará es que los cantantes no podamos subsistir y si no vendemos no hay giras y sin ellas no hay música. Afortunadamente tenemos nuestra contribución con la suerte de seguir vendiendo discos físicos. Depende del país y es un círculo vicioso, pero hay que educar a la gente.

David: Los artistas están en una posición difícil por el streaming, que no toma la responsabilidad de apoyarlos. Lo que pasa es que la gente creció con la radio y parecería como algo gratuito, pero la radio real depende de cuántos álbumes vendas. Ahora hay una transición donde eligen las canciones pero lo complicado es que la gente no está comprando la música, que los canales de streaming no pagan de la forma en que sí lo hacía la radio.

Sébastien: No creo que sea sólo en música, sino en las artes en general.

¿Qué hacen en los periodos que no están juntos?

Urs: Es divertido porque no solemos pasar mucho tiempo juntos cuando no estamos trabajando. Hacemos diferentes cosas porque Carlos está ocupado con sus shows y produciendo a su ex esposa Innocence; Sébastien es un hombre de familia y yo... no hago nada. Hago crecer mi imperio, mi colección de motocicletas (que él construye y monta) y hago cortinas.

¿Se consideran románticos?

Carlos: Somos cuatro tipos apasionados y bueno yo soy el divorciado soltero, ellos están casados o apalabrados. Con el trabajo que hacemos hay que tener tranquilidad y paciencia.

¿Harán gira mexicana?

Carlos: Venimos en marzo a un recinto grande que no podemos decir cuál es. Traemos algo nuevo con un show muy latino.

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